*Todo quedó reducido a cenizas
*Juan Meneses Jiménez, Delegado de Desarrollo Social del Gobierno del Estado en Tijuana,negó brindar apoyo a las familias en desgracia, “ustedes son del Alamar, tienen un plantón, y tengo la instrucción de no apoyarlos” sentenció.
TIJUANA, B.C.- Seis casas de la colonia Nueva Esperanza fueron totalmente consumidas por un voraz incendio que, al parecer, fue causado por un corto circuito, a través de “diablitos”.
El total de las personas de las 6 familias en desgracia haciende a 28 entre niños y adultos. Los jefes de familia que enfrentan esta contingencia son: Martha de León Gómez, Emilse Ortiz Palomeque, Jaime Ramos Morales, Dilma Morales Morales, Laura Patricia Villalobos y Bladimir Ramos Morales que perdieron todo lo que poseían: ropa, muebles, artículos domésticos, documentos, y muchas otras pertenencias que fueron totalmente destruidos; el incendio comenzó en la casa de la señora Martha de León Gómez, y se propagó hacia 5 casas vecinas, incluida la de su hija, todas las cuales quedaron completamente en cenizas.
Las familias humildes en su mayoría originarias de Chiapas, tenían casas edificadas con lonas y desechos de madera, entre otros materiales muy flamables.
El incendio se propagó rápidamente, en cuestión de unos cuantos minutos devoró dos casas, la tercera, la cuarta y cuando alcanzó la quinta casa los bomberos alcanzaron a sofocar las voraces llamas, con el uso de potentes mangueras de agua a presión, de tres tanquetas.
Los valientes traga humos se adentraron en las ruinas de madera, así como en la sexta casa donde apenas estaba ingresando el fuego; ahí los bomberos tuvieron que ingresar abriendo la puerta a patadas, con el propósito de combatir el incendio desde dentro y evitar que siguiera propagándose.
Varias patrullas policíacas llegaron a apoyar a los bomberos, cerrando las vialidades de acceso a ese tramo del Cañón del Padre, con el fin de que no se acercaran los curiosos y evitar que pudieran sufrir daños, de seguir propagándose el fuego, e incluso de haber ocurrido más explosiones de elementos flamables.
Las familias son de la colonia Nueva Esperanza está ubicada a la rivera del Arroyo Alamar, frente al contraste, un fraccionamiento privado de Casas Ara.
Afortunadamente no hubo pérdidas de vidas humanas qué lamentar, sin embargo, las familias que vivían en las casas reducidas a cenizas quedaron completamente en la calle, con solamente el cambio de ropa que tenían puestas en la loca carrera por salvar sus vidas; buscaron el cobijo y apoyo solidario del Movimiento Antorchista.
Relatan los afectados que en ese momento a través de sus representantes de sector les realizaron una colecta de víveres, cobijas y ropa, mientras buscaban la ayuda de las autoridades para tener un lugar dónde vivir, la oportunidad de obtener otra vivienda.
Sin embargo, dice Jaime Ramos Morales que tremenda sorpresa se llevaron, “acudimos a las oficinas de desarrollo Social con la ilusión de que después de la tarde -noche de terror que pasamos con nuestras familias, encontraríamos el apoyo del gobierno, pero recibimos la indiferencia e insensibilidad del titular de desarrollo social, quien simplemente se negó a apoyarnos con material para no seguir en la intemperie con nuestras familias.
Juan Meneses Jiménez, Subsecretario de Desarrollo Social del Gobierno del Estado en Tijuana, se negó a brindar apoyo a las familias en desgracia, “ustedes son del alamar, tienen un plantón, y tengo la instrucción de no apoyarlos” sentenció.
Finalmente indignados ante esta situación, los afectados señalaron que no estaban de acuerdo en que a la gente que está en desgracia, se le trate de esta manera, se le condicione o se le tilde si se pertenece o no a tal movimiento, cuando finalmente el gobierno sabe que si se está protestando, es por el incumplimiento de los compromisos hechos por las propias autoridades.
por lo que ante esta situación explicaron los afectados que entre ellos mismos levantarían de las cenizas lo que pudieran, edificarían de nuevo un techo para su familia, pero que jamás renunciaran a seguir luchando al lado de la organización que defiende sus derechos.
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