martes, 3 de noviembre de 2009
Emulan en la Ibero muro fronterizo entre México y Estados Unidos
TIJUANA B.C.-Una imitación del muro de la frontera de México y Estados Unidos se construyó en la explanada de la Universidad Iberoamericana, con motivo de la Semana de Migración en la Ibero y del “VI Congreso internacional: migración e instituciones sociales”.
La instalación Sound has no walls, The voices of Inner Migration de Tito Rivas, montada originalmente como una intervención sonora sobre el borde fronterizo del barrio de “Pueblo Nuevo” en Mexicali-Caléxico, se construyó a partir de la idea de la “materialidad” sui-generis del sonido, que permitía hacer pasar al otro lado sonidos, a través de un muro que imposibilita el tránsito de los cuerpos. El muro, de seis metros de largo por tres de alto, estará expuesto en la Ibero del 3 al 13 de noviembre.
Las voces que se escuchan a través de bocinas colocadas sobre el muro instalado en la explanada central de la Ibero fueron recogidas en el desierto, grabando in situ, los pensamientos del que camina en la oscuridad hacia un futuro incierto: esperanza, miedo, incertidumbre, dolor, amor, muerte, amistad, memoria, conformando las voces silenciosas de los inmigrantes que, desde el silencio de lo ilegal, pudieron ser amplificadas y lanzadas más allá del muro fronterizo, como un símbolo de que, al igual que el sonido, el imaginario se intercambia y transmigra a pesar de las paredes.
En las últimas tres décadas casi 12 millones de mexicanos se han ido a vivir a los Estados Unidos, la mayoría como migrantes indocumentados. Fenómeno que responde tanto a la incapacidad de la economía mexicana para crear empleos, como a las necesidades de mano de obra en EE. UU., a pesar de que es un problema que afecta a ambas naciones, formalmente y legalmente la política migratoria es una prerrogativa del gobierno federal estadounidense.
A partir de los años 1990, la opinión pública estadounidense mostró mayor preocupación por la migración y más aun después del 11 de septiembre obligando al gobierno a implementar medidas para impedir el paso de los migrantes. Así en 2006 se autorizó la construcción de un muro entre México y EE. UU. A la fecha se han construido cerca de mil km, que no han detenido el flujo migratorio pero sí han desviado las rutas de cruce hacía el desierto y contribuido a que mueran cerca de 500 migrantes cada año al intentar llegar al otro lado.
El Programa de Asuntos Migratorios, encargado de organizar la Semana de Migración en la Ibero y el “VI Congreso internacional: migración e instituciones sociales”, se crea en la UIA para fomentar la investigación, sensibilizar a la comunidad en general acerca de los problemas asociados al fenómeno migratorio y contribuir a defender los derechos humanos de los migrantes.
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