viernes, 28 de octubre de 2011
CICUTA COLUMNA POLÍTICA JAIME FLORES
Por Jaime Flores Martínez
Enanos
TIJUANA B.C.-Embelesado por los negocios que ofrece despachar como secretario de Desarrollo Urbano de Tijuana, al arquitecto David Navarro no le importa pisotear las leyes. Vamos, no tiene empacho en denostar el cargo que ostenta el propio presidente municipal.
Y es que la mañana del pasado lunes, el ingeniero Arturo Mora, segundo de abordo de David Navarro, encaró a miembros del Comité de Vecinos del fraccionamiento Villa Floresta de Tijuana. Con una altivez que le envidiaría Paulina Rubio, el señor Mora los emplazó a retirar en un máximo de 72 horas, una reja que funciona por las noches en las calles de Higo y Jícama. La mencionada reja fue autorizada e incluso patrocinada por el actual gobierno municipal en febrero de este año. La autoridad local participó en el esfuerzo que hacían los vecinos de Villa Floresta para resguardarse de la delincuencia.
La autorización y parte del recurso fue firmado por el delegado de La Mesa Manuel Trasvina Pérez y avalado por el entonces subdelegado de Los Pinos Ignacio Carlos Huerta. Cicuta tiene en su poder copia del acta constitutiva del Comité de Vecinos y la autorización para "tener control en accesos y salidas de v vehículos en tiempos nocturnos y ya con la anuencia y platica establecida de igual manera con la Policía Auxiliar". Firma Ignacio Carlos Huerta.
También tiene una copia que prueba la aportación económica que hizo el Ayuntamiento para la colocación de la reja. El gobierno de Bustamante entregó material con valor superior a los 14 mil pesos. El gobierno contribuyó con tubos, cemento y otros materiales.
El caso es que por ordenes de David Navarro, el ingeniero Mora ordenó el retiro de esa reja. De nada sirvió que los integrantes del Comité de Vecinos se indignaran. ¿Cómo es posible que la misma administración echara por tierra una autorización avalada y patrocinada por ellos mismos? -¿Tendrá acaso David Navarro algún interés especial en este caso?
Las malas lenguas señalan que el arquitecto David Navarro pretende quitarle la reja al comité de vecinos para abrir una coyuntura a favor de Karlo Soria, propietario de un complejo escolar denominado Cumbres de Villa Floresta. El señor Soria no tiene empacho en pregonar su relación "de negocio" con el arquitecto Navarro desde la administración de Jorge Hank. En el sexenio hankista, el arquitecto Navarro despachaba como director de Administración Urbana, es decir, firmó la autorización para el uso de suelo de esa escuela.
El señor Soria ha escupido ante los vecinos que Navarro es su socio y que era inminente el retiro de la reja de seguridad. Si el gobierno ordena quitar esa reja, el señor Soria ampliará su campo de acción.
Los vecinos dicen que el dueño de esta escuela utiliza la vía pública para la realización de eventos privados sin importarle atropellar los derechos de los habitantes de la zona. Su pregonada amistad con David Navarro quedó comprobada el lunes frente a la prepotente actitud del ingeniero Mora. Los asistentes a la reunión están convencidos que Navarro es socio del engreído Soria, pues solamente esa sería la respuesta a tan radical decisión.
En medio de todo este escándalo, el señor arquitecto no da la cara porque seguramente le tiene miedo a los raspones. Navarro manda a su peón Mora, quien peca de insolente al decirles que “la autoridad es la dueña de la vía publica y hace con ella lo que quiere”. En la perorata vertida el lunes, el señor Mora desestimó la autorización del delegado de la Mesa Manuel Trasvina, del entonces subdelegado de los Pinos Ignacio Carlos Huerta e incluso del alcalde Carlos Bustamante Anchondo. Aquí mandamos nosotros, estallo Mora en su sobre-reacción.
Seguramente el alcalde Bustamante desconoce el eventual acuerdo económico entre su empleado David Navarro y el dueño de la escuela Cumbres de Villa Floresta. Si Bustamante goza de un momento de lucidez, ordenará una investigación para conocer detalles de un conflicto que se vive en un fraccionamiento que el mismo desarrollo, es decir, una de las empresas de Bustamante comercializó Villa Floresta, claro con la asesoría jurídica de Antonio Cano Jiménez y de Alberto Capella Ibarra. Navarro es la mejor prueba que a Carlos Bustamante le crecieron los enanos.
Inmoral
Agobiado por la nube de conflictos que le restan claridad a su administración, el gobernador del Estado José Guadalupe Osuna Millán ni siquiera estaba enterado que deberá entregar el predio que ocupa la Penitenciaria de Tijuana. Hay ciudadanos que califican de inmoral que su gobierno presento un juicio de prescripción para quedarse con un terreno ajeno.
Y es que el pasado dia 7, la juez sexto de lo civil Columba Amador dictó sentencia en contra del gobierno estatal para que devuelva el terreno de 4.2 hectáreas donde se encuentra el penal de La Mesa. La tarde del martes, el subsecretario jurídico del gobierno estatal Luis Ramón Irineo Romero, confirmó a Cicuta que el gobernador no estaba enterado de la resolución emitida por la juez civil. El abogado Irineo ya sabía del resultado de la sentencia, aunque asegura que la juez "realiza ajustes" a la sentencia y por ello no les ha notificado. Por eso Osuna desconocía la sentencia.
Este asunto se suma a la determinación de un juez federal que ordeno al gobernador pagar el adeudo que tiene con el propietario de un predio ubicado sobre el boulevard 2000. La percepción ciudadana es que Osuna Millán ignora las resoluciones judiciales y con ello aplasta la dignidad de las personas que son dueños de propiedades.
Al intentar quedarse con inmuebles que no son de su propiedad, el mandatario estatal cae en el terreno de la inmoralidad. La administración de Osuna intento prescribir el terreno que ocupa el Penal de la Mesa, es decir, buscó quedárselo sin pagarle un centavo al propietario. A eso se le llama inmoralidad.
Comentarios : cicuta45@gmail.com
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