lunes, 24 de octubre de 2011
Oremos por la recuperación del sagrario con las hostias robadas
TIJUANA B.C.-El Excelentísimo Señor Arzobispo Metropolitano, Don Rafael Romo Muñoz, pide la oración de todos los católicos para la pronta recuperación del sagrario con las hostias consagradas robado de la Capilla Nuestra Señora de la Esperanza.
“Es doloroso que esta noche del viernes a sábado unos delincuentes entraron a una capilla, a la Capilla Nuestra Señora de la Esperanza. Desgraciadamente se llevaron el sagrario, y no es el sagrario lo que a nosotros nos interesaría sino que se llevaron las hostias consagradas. Para nosotros es una profanación y es un sacrilegio”, mencionó el Arzobispo.
Esta capilla está ubicada en la Calle El Rubí y Diamante No. 6864 en la colonia Progreso, perteneciente a la Parroquia Nuestra Señora del Refugio.
Recordó el Arzobispo que acabamos de celebrar el V Congreso Eucarístico Nacional (VCEN) en la Arquidiócesis de Tijuana, del 5 al 9 de octubre, donde participaron miles de personas de las diferentes diócesis de México.
Explicó que la eucaristía es para nosotros los católicos la presencia real y verdadera de Nuestro Señor Jesucristo en la ostia consagrada. Por ello en todos los templos está el sagrario (caja dorada) donde se conservan las hostias consagradas que quedan después de una celebración eucarística.
Por este sacrilegio la Arquidiócesis de Tijuana hará signos de desagravio por este hecho tan lamentable, y pedirá perdón por lo que nuestros hermanos hicieron.
Monseñor Romo Muñoz supone que fueron personas adictas quienes cometieron este hurto, ya que para poder obtener unos pesos y comprar su droga robaron el sagrario, que por ser color dorado creen que es de oro y tiene un elevado costo, y no es así.
Ya presentaron la denuncia ante las autoridades y esperan todo el respaldo de éstas para recuperar el sagrario con las ostias consagradas.
Además de encontrar a los delincuentes el Arzobispo espera que le digan dónde dejaron a Nuestro Señor en las hostias consagradas.
Que Dios los Bendiga.
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