TIJUANA B.C.-Durante seis meses un grupo de alumnas de la licenciatura en Nutrición de la Ibero Tijuana realizaron un estudio para conocer los hábitos alimenticios de los trabajadores de una empresa maquiladora de la ciudad.
Las estudiantes analizaron la calidad de los alimentos que los trabajadores consumían en la empresa y que eran preparados en el comedor de la misma. Entre lo que se tomó en cuenta para saber si los alimentos aportaban una nutrición adecuada fue el contenido en vitaminas, tablas de calorías y sus efectos en la salud.
“Hábitos alimenticios y productividad en la industria maquiladora de la zona fronteriza del norte de México” fue el nombre del proyecto de investigación que las alumnas Mariel Pacheco Sandoval, Cecilia Basurto, Joselyn Pelayo y Araceli de la Garza realizaron bajo el asesoramiento de académicos del área de Ciencias de la Salud.
Mariel Pacheco Sandoval, señaló que lo que el estudio arrojó fue que un alto porcentaje, más del 40% de los trabajadores presentaban algún grado de obesidad.
“El objetivo era ver cómo era la alimentación dentro de una maquiladora. Queríamos saber si tenía algo que ver la nutrición en la productividad del trabajador.
Nos dimos cuenta que los alimentos consumidos contenían un alto aporte energético y de grasas, causando cansancio en los trabajadores y afectando la productividad” mencionó.
Para el estudio las estudiantes analizaron la alimentación de 150 del total de los 800 trabajadores de la empresa maquiladora. Y se tomó en cuenta que los obreros consumían alimentos preparados en la cocina de la empresa al menos 4 veces a la semana.
La mayoría eran mujeres, las cuales presentaron altos índices de obesidad y en algunos casos del grado mórbido.
“En esta maquiladora nunca se daba fruta a los trabajadores y el menú incluía verduras cada 15 días pero con mucha mayonesa.
Al finalizar el estudio hicimos propuestas de menú y nos ofrecimos a capacitar al personal de cocina para que supieran equilibrar los platillos” añadió.
Pacheco Sandoval, explicó que durante el estudio se aplicaron encuestas a los trabajadores, a los preparadores de alimentos y al médico de la empresa.
Indicó que no se detectaron tantas enfermedades gastrointestinales como se había supuesto, pero sí diabetes e hipertensión.
Consideró que los problemas de salud ocasionados por la mala alimentación, eran mayores debido al trabajo sedentario que los trabajadores realizan en la empresa maquiladora.
“No tienen actividad física los trabajadores, tienen muy poco movimiento y casi toda la jornada se la pasan sentados.
Las empresas están gastando más en las enfermedades del trabajador que invirtiendo en la alimentación del mismo empleado. Pero ya se empieza a hacer algo” expresó.
Este trabajo y sus resultados fueron presentados durante el Seminario de Pobreza y Exclusión del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) que se realizó recientemente en la Ibero León.
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