por Jaime Flores Martínez
Fanfarrón
TIJUANA B.C.-En la Dirección de Relaciones Publicas de Tijuana, el despilfarro se ha convertido en una práctica cotidiana. Mientras que algunas dependencias trabajan “con las uñas”, otras acostumbran regalar finísimos chocolates a sus invitados especiales y pagan abultadas cuentas en lujosos restaurantes.
A las dos de la tarde del pasado viernes, el actual director de Relaciones Publicas de Tijuana, Álvaro Ávila Vázquez, presumió que en ese momento compartía el pan y la sal con la presentadora de televisión Rebeca de Alba para “planear el apoyo para la temporada de toros de Tijuana”. Desde su teléfono móvil, el señor Ávila sostuvo una conversación con algunos de sus contactos en Facebook.
Uno de sus “amigos” le pidió que preguntara a Rebeca de Alba sobre las tendencias sexuales del cantante Ricky Martin, aunque Ávila respondió que “--con una mujer así-- ese tema seria irrelevante”. Cicuta tiene una copia de la conversación que Álvaro Ávila sostuvo con sus amigos mientras comía en el Restaurante La Querencia, ubicado en la zona del Rio. En ese sitio la cuenta de dos personas oscila entre mil 800 y 2 mil pesos. Claro que el cargo económico fue para el Ayuntamiento, es decir, para el pueblo.
El caso no tuviera mayor relevancia si no fuera porque cuatro días después, el director de Protección Civil de Tijuana, Antonio Rosquillas Navarro, revelo que esta dependencia cuenta con “menos de 800 mil pesos anuales para gastos operativos”. Esta cifra resulta insultante al saber que la Dirección de Relaciones Publicas del gobierno de Tijuana tiene un presupuesto asignado de 35 millones 415 mil pesos para este año. Esta información esta publicada en el Diario Oficial del Estado del 28 de diciembre de 2009, dentro del presupuesto de egresos del 2010. En pocas palabras, el dinero destinado a Protección Civil es un insulto comparado con el presupuesto que maneja la dependencia que dirige Álvaro Ávila, amante del dispendio, apasionado de la tecnología, presuntuoso por naturaleza, victima de facebook.
Ausente
El coordinador de delegaciones del CEN del PRI Humberto Lepe Lepe ha servido en Baja California “para maldita la cosa” aseguran militantes de ese partido político en Baja California, especialmente del municipio de Rosarito. Una vez mas el senador Fernando Castro Trenti “acomodo sus piezas” y se hizo a un lado para –en su momento—culpar a su detractor Lepe de la eventual derrota.
Muchos tricolores están tan desilusionados que incluso especulan sobre un eventual acuerdo para que el panista Raúl Leggs Vázquez recupere la alcaldía del quinto municipio. Castro Trenti, senador de la república, discípulo de Nicolás Maquiavelo, manipulador absoluto de las voluntades de sus correligionarios, pretende darle una lección a Humberto Lepe, quien se atrevió a vociferar que terminaría con el reinado del Diablo, aunque en los hechos se autodesterró.
Hay quien asegura que la estrecha relación de Lepe con la dirigente nacional del PRI Beatriz Paredes Rangel ha valido menos que una lenteja. En el tablero político bajacaliforniano, la única pieza “lepista” es la integración de su hijo Miguel Lepe Bravo como integrante de la planilla tricolor mexicalense. Ante la inmovilidad de Lepe, todos los demás espacios fueron llenados por el Diablo.
Burrritosss
Los transportistas de Tijuana están “hasta el copete” de la inoperancia y las corruptelas que privan en la Dirección de Transporte Municipal, donde se supone que el titular es Jorge Alberto Gutiérrez Topete, aunque en realidad es manipulada por Gabriel Lemus Torres, un personaje que antes de despachar como funcionario municipal se dedicaba a vender “burritos” en la zona centro.
El miércoles de la semana pasada Héctor Avelino, integrante de la agrupación de choferes Taxis de la Frontera, recordó que su ex amigo Gabriel Lemus arribo a la subdirección de transporte gracias al apoyo que le brindaron los taxistas libres al nombrarlo coordinador.
Aunque para algunas personas resulta un honor que un vendedor ambulante alcance un importante puesto dentro del gobierno municipal, algunas otras saben que su postura incondicional ante el actual alcalde Jorge Ramos lo han colocado como “el operador” en la Dirección de Transporte en Tijuana.
Si bien Jorge Alberto Gutiérrez Topete relevó en el cargo a Luis Alonso Morlett, la realidad indica que Gutiérrez Topete no es siquiera un articulo decorativo en esa dependencia. Empleados de la dependencia y transportistas comunes, están convencidos que Gabriel Lemus es quien manipula a placer esa dependencia en agravio del sector transportista de Tijuana.
Apenas la semana pasada los taxistas libres denunciaron la existencia de cientos de “taxis clonados”. Más de una unidad utiliza el mismo número económico y la misma matricula vehicular. Lo peor es que el miércoles el mismo Gabriel Lemus reconoció la existencia de al menos 600 taxis clonados. Con un cinismo que espanta, Lemus culpa a la pasada administración y afirma que los taxis clonados están amparados.
Los propios choferes aseguran que desde la gestión de Morllet, Lemus ha vendido permisos para taxi en 7 y los 11 mil dólares. Desde luego que las personas beneficiadas son practicantes de las buenas costumbres y del respeto a la persona humana que pregona la doctrina panista. Además, el señor Lemus goza del aval del alcalde Jorge Ramos Hernández, quien simuló nombrar a Gutiérrez Topete porque no podía nombrar a Lemus como titular. No podría justificarlo.
En otras palabras, el reordenamiento del transporte en Tijuana es simple retorica y choca de frente con el compromiso que firmo Jorge Ramos durante su campana proselitista.
En mayo del 2007 el candidato Ramos se comprometía a no expedir permisos para taxis; a darle seguridad social a los choferes; la integración de un padrón donde tendrían preferencia por antigüedad y prometió a instalar el Consejo Municipal del Transporte. Sin embargo, el actual alcalde se olvido de sus promesas. Prometer no empobrece, un dicho de Ramos.
Comentarios: cicuta45@yahoo.com
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