TIJUANA B.C.-La decisión de la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos anunciada el pasado martes, de mantener estable su tasa de interés de referencia de entre cero y 0.25 % corresponde a un compromiso de promover el crecimiento económico de ese país, que se ubica en un periodo de zozobra en su ruta de recuperación.
El doctor Rubén Roa Dueñas, presidente del Colegio Estatal de Economistas (CEEBC), dijo que el hecho de reinvertir los ingresos logrados por la compra de bonos hipotecarios en momentos de crisis en bonos del Tesoro de más largo plazo, ratifica el noble propósito, pues hasta junio de este año se observaba una desaceleración en el ritmo de recuperación de la producción y empleo en lo que va del año.
Abundó que el problema derivado de esta realidad y que se confirma con las acciones emprendidas por la Fed, no hace más que evidenciar la preocupación por la restricción manifiesta en el gasto de las familias norteamericanas, atizado por un elevado desempleo y unas condiciones limitadas para el acceso al crédito.
Aunque si bien es cierto, la estabilidad de precios no supone una velada amenaza para la economía norteamericana en el corto plazo, la expectativa de crecimiento económico si lo es.
“En la medida que así sea, y prevalezca esta situación, se corre el riesgo de la incertidumbre en torno a la recuperación que anhelamos en nuestra debilitada economía local, esto nos abre un espacio para la reflexión, sobre todo por la diferencia de voluntades y estrategias en la instrumentación de políticas públicas”, expresó.
El economista afirmó que la idea es que estas acciones permitan estimular la economía por parte de las autoridades Norteamericanas y de nuestro país, con la salvedad de las diferencias estructurales que en cada uno prevalece.
Roa Dueñas comentó que las cifras que arroja el índice de confianza del consumidor en México de INEGI confirma, entre otras variables, la debilidad de nuestro mercado interno, ya que hasta julio de este año se logró obtener 87.4 puntos.
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Aseguró que lo anterior representa un ligero repunte de 2.3% respecto al mismo mes de 2009 con una base de 100 a enero de 2003; y sobre todo siendo menor la expectativa de adquisición de bienes de consumo durables por parte de las familias en 1.2 puntos respecto al mismo mes del año anterior.
“En sintonía con esta realidad, subyace el verdadero talón de Aquiles de la economía bajacaliforniana, el alto desempleo y baja calidad de los empleos. Según datos brindados por el IMSS hasta julio de 2010 se encontraban registrados 622,204 trabajadores permanentes y eventuales urbanos”, subrayó.
El presidente del Colegio de Estatal de Economistas mencionó que ese mismo mes, pero del año 2000 tuvimos 628,398 trabajadores registrados en el mismo rubro.
“El problema es que no crecemos y a la fecha no se ha brindado luz sobre la estrategia que se deberá instrumentar para recuperar al menos lo perdido. Si somos meros espectadores de la toma de decisiones de las autoridades norteamericanas en materia de política monetaria y fiscal en un afán por estimular su economía, será cada vez más difícil empatar el creciente déficit de empleos que tenemos dado el curso que sigue la tasa natural de crecimiento de nuestra población”, concluyó.
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