En el desayuno mensual
TIJUANA B.C.-El pasado 8 de septiembre el Ejecutivo Federal presentó al Congreso de la Unión el Paquete Fiscal correspondiente al ejercicio 2011. En el mismo, y aun cuando no se prevén el aumento, creación o disminución de nuevos impuestos, se contempla una proyección de crecimiento del 3.8% en Producto Interno Bruto y un crecimiento en el Gasto Publico del 2.0 %.
De acuerdo a cifras del INEGI correspondientes a junio del 2010 y comparadas con diciembre del 2008, justo antes de inicio de la crisis económica mundial, México ha incrementado su población económicamente activa, es decir, gente que entra al mercado laboral, en casi dos millones de personas.
Por otro lado, el total del desempleo se mantiene por arriba de los 500 mil habitantes, esto sin contar los niveles de subempleo de gente que labora jornadas laborales muy por debajo de los periodos necesarios para mantener niveles adecuados de subsistencia.
Si entendemos que el país está incorporando un millón de personas anualmente a la población económicamente activa; que existen serios rezagos en el empleo generados por la pasada crisis económica; si entendemos que por cada 1% de crecimiento en nuestro PIB se nos genera 200 mil nuevos empleos, es muy claro que un crecimiento del 3.8% tal como nos lo esta presentando el ejecutivo es claramente insuficiente.
Y más para un país que urgentemente necesita crecer por niveles muy por arriba de lo que se está proyectando.
Es muy claro que un avance del 3.8% es insuficiente para mantener la presión de los mexicanos que no tienen empleo y para reducir los niveles de pobreza que nos aquejan.
La propuesta del Ejecutivo Federal no sólo renuncia a la propuesta de una verdadera reforma fiscal integral tan largamente esperada, sino que se queda muy por debajo de los niveles necesarios para que el país recupere su competitividad internacional, ya que tampoco impulsa una economía basada en el crecimiento y la inversión.
En el ranking de competitividad del Foro Económico Mundial que se presentó el 9 de septiembre, en materia de competitividad de tasas impositivas, nos ubicamos en el lugar 104 de 139 países.
Es necesario poner el crecimiento económico como eje rector de las estructura hacendaria. Si hay voluntad política y se ponen de lado los intereses partidistas y electorales, se pueden lograr cambios de alto impacto para generar crecimientos altos y sostenibles.
Con ese animo, Coparmex esta enviando al Congreso, para su consideración, nuestra propuesta de Reforma Hacendaria para el crecimiento económico.
En cuanto a política tributaria, proponemos exista un solo impuesto directo para las Personas Morales, con una tasa del 25% sobre flujos de efectivo, en sustitución del ISR y el IETU.
Para las Personas Físicas, sugerimos una reestructuración de la tarifa existente y cambios como la deducción de la colegiatura, con la idea de apoyar a las clases menos favorecidas.
Por otro lado, proponemos se de un paso inicial para aprovechar el potencial que representan los impuestos al consumo, gravando un IVA del 2 al 5 por ciento a los productos que actualmente tienen tasa cero. Los ingresos provenientes de este rubro se destinarían al gasto social, apoyo al campo, infraestructura pública, apoyo a las Pymes y generación de empleo.
La prioridad debe ser fortalecer las finanzas públicas e impulsar medidas que incrementen la inversión, antes que la discusión sobre la conveniencia de quitar un punto al IVA.
En el impuesto a los Depósitos en Efectivo, nuestra solicitud es que no se retenga a quienes acrediten que están inscritos en el registro federal de contribuyentes, para aplicarlo sólo a la economía informal.
Proponemos también la creación de la figura del Observatorio Ciudadano del gasto, con instrumentos de evaluación que vigilen la transparencia y calidad en el ejercicio del mismo. En esta misma categoría, sentimos es fundamental que los estados implementen indicadores objetivos y oportunos y aceleren la homologación contable de sus fianzas a las del país.
En materia de Administración Tributaria, el mayor reto es revertir la baja participación de los estados y municipios en la recaudación total del estado mexicano, que es de apenas el 3.4%, muy por debajo de lo que recaudan los gobiernos locales de los países miembros de la OCDE.
Proponemos revisar las fórmulas de asignación de recursos entre la federación y los estados para buscar un equilibrio sobre las responsabilidades del gasto, así como incentivar y premiar el esfuerzo recaudatorio a nivel estatal y de municipio, que puede lograr mucho con la actualización de los padrones de contribuyentes.
Estamos seguros que nuestra propuesta servirá para enriquecer el debate que nos permita llegar a una reforma hacendaria integral. Para nuestros legisladores, esta es la gran oportunidad para demostrar que no han claudicado a su responsabilidad con la Nación, a favor de los intereses y estrategias partidistas.
En el marco de la celebración del bicentenario de nuestra Independencia, el gran desafío para nosotros los mexicanos es generar y comprometernos con un proyecto de país viable, con visión de largo plazo, en el que todos podamos reconocernos, alinearnos en torno a las coincidencias y procesar de manera pacifica y efectiva las diferencias.
No esperemos a que surjan nuevos héroes o condiciones ideales para que nuestros políticos lleguen a acuerdos; todos tenemos que hacer historia, y pasar de ser espectadores, a protagonistas. Este es el espíritu de Coparmex.
No hay comentarios:
Publicar un comentario