Por Jaime Flores Martínez
Cruel
TIJUANA B.C.-Acostumbrado a ignorar las necesidades de los derechohabientes, pareciera que el delegado del Instituto Mexicano de Seguro Social en Baja California, Pablo Contreras Rodríguez, prefiere buscar justificaciones antes que resolver las necesidades de los pacientes. Hay quien dice que el licenciado Contreras es el más insensible de los delegados federales.
El sábado 10 de septiembre, Cicuta envió un correo electrónico “urgente” al delegado Contreras; “Perdóname delegado, pero hay una señora muy grave en la Clínica uno del Seguro Social y la institución no tiene el medicamento”. Allí se informo que se trataba de la señora Delia María García Castro, con numero de afiliación 7585730010. También se le notifico que doña Delia padece cáncer en los huesos y el medicamento es Tikerba o Apatinib.
Y aunque prolongarle la vida resulta costosísimo, el esposo de doña Delia hizo un gran esfuerzo para comprarle una caja de medicamento que apenas le alcanza para 7 días. El mayor problema es que la caja de este medicamento cuesta en la farmacia casi 18 mil pesos, pero el IMSS no lo tiene.
Lastimado en extremo por la salud de su esposa y por la insensibilidad de los responsables del IMSS, el esposo de la mujer asegura que mensualmente paga una cuota de 30 mil pesos por la afiliación de sus empleados al seguro social. No es posible que tamaña cantidad no alcance a cubrir el costo de este medicamento. Además, se supone que si alguna institución pública no cuenta con el medicamento requerido, entonces se hace responsable de adquirirlo en una farmacia.
El caso es que Cicuta (ingenuamente) solicito el apoyo del delegado Contreras, aunque este debió escarbar en sus recursos, hasta encontrar la forma de justificar la decisión de no proveerla de tan carísima medicina. Hasta las 8 de la noche del martes, es decir, cuatro días después de la petición, el delegado Contreras respondió a Cicuta donde subraya que “de conformidad con la Ley del Seguro Social no se pueden prescribir medicamentos fuera del cuadro básico”. Dice que el problema en el caso de dona Delia es que la prescripción del medicamento fue expedida por un médico particular “lo cual nos imposibilita doblemente a cumplir con sus pretensiones”.
Respecto a la cantidad de dinero que el esposo de doña Delia paga mensualmente al IMSS, el evasivo delegado señala que “el salario base de cotización o el importe total de la aportación de las Cuotas Obrero Patronales y la aportación para el retiro cesantía y vejez, no son determinantes para establecer una diferencia al momento de otorgar los servicios médicos y los medicamentos, con la calidad y oportunidad con la que atendemos a todos nuestros derechohabientes (sic)” Saludos, “Cuenta Conmigo” Pablo Contreras Rodríguez. Cicuta recibió y conserva este correo.
Si el respetable permite la traducción, el delegado Pablo Contreras argumenta que un médico que no labora en el IMSS le prescribió un carísimo medicamento.! Si no se trata de un aspirinita o un ungüento, entonces debe pagarlo la familia de la paciente!. También señala que lo que paga el patrón al IMSS no obliga a la institución a subrogar el medicamento. En pocas palabras, a Pablo Conteras le importa un comino que doña Dalia se muera.
Don Pablo Conteras debe saber que la voluntad debe ser capaz de superar cualquier inconveniente que se presente. El delegado carece de sensibilidad, pues prefirió entregar un rosario de excusas antes de plantear alternativas de solución. Y no se trata de pedirle al señor Contreras que viole la lay, sino que demuestre que tiene la mínima voluntad para aligerar la carga emocional y económica de una familia que sufre.
¿Por qué demonios el señor Contreras no consiguió un descuento del medicamento para aliviar un poco la carga económica de esta familia? ¿ Que le costaba hacer una llamada a los familiares para sugerirles un tratamiento similar al que ofreció el oncólogo particular? ¿No tiene tiempo el delegado para proyectar una pizca de sensibilidad? ¿El delegado Contreras respondería de la misma forma si se tratara de algún familiar?
El autor de Cicuta aclara que no existe algún vinculo familiar o amistoso con doña Delia. El escribiente ni siquiera la conoce. Esta aclaración se hace para evitar que el señor delegado caiga en sus enfermizas especulaciones. Tal vez Contreras estaba estresado por los preparativos del fiestón que ofreció la tarde del miércoles en su finca del Rancho la Paloma. Dos decenas de automóviles se apretujaron a la entrada. Unidades del IMSS en su mayoría. En lugar de cumplir su responsabilidad, prefiere empinar el codo. Esa es su actividad favorita.
Transas
Decididos a obtener el suficiente dinero para pasar “de lujo” la noche de Independencia, Salvador José Pecastre Mendizábal e Iván Paredes Vázquez, se presentaron el miércoles al bar la “O” para pedirle al dueño 29 mil 500 pesos. A cambio de no “clausurar” ese bar por la supuesta falta de permisos, este par de sujetos pretendieron extorsionar a don Octavio Márquez.
Este hombre les pidió una hora para reunir el dinero, aunque en realidad fue el tiempo que utilizó para pedir auxilio a la Dirección de Inspección y Verificación del Ayuntamiento, cuyo titular es Daniel León Valdez. Este ultimo mandó a dos inspectores comisionados en la delegación Cerro Colorado. Pecastre y Paredes fueron detenidos mientras esperaban el monto de la extorsión. Resulta que ambos son empleados del Departamento de Control Urbano de esa delegación, aunque decidieron hacerse pasar como inspectores de verificación. Con la discreción debida, los inspectores encargados del operativo pusieron a disposición de las autoridades al par de infieles servidores públicos. Aquí se combinó la valentía del dueño del bar y la inflexibilidad en inspección y verificación.
Comentarios: cicuta45@gmail.com
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