Al Honorable Congreso de la Unión
Al Pueblo de Baja California
Al Pueblo de México
Ante el debate que actualmente existe en la Cámara de Diputados en relación con la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2012, presentada por el Ejecutivo Federal, particularmente en lo referente a los ingresos para la Nación que podrían obtenerse de ser gravadas algunas actividades relacionadas con la importación de gas -o la exportación de energía eléctrica-, en mi carácter de Secretario General de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) de Baja California, expreso ante ustedes el siguiente
POSICIONAMIENTO
Entre los principios fundamentales del derecho tributario, se encuentran la proporcionalidad, la equidad y la no exención. Esto significa que las contribuciones deben estar en proporción con la capacidad contributiva de los sujetos obligados a pagarlas; que todos los contribuyentes habrán de recibir un trato igual; y que todos deben soportar las cargas tributarias, incluidos los extranjeros que en nuestro país desempeñen actividades que puedan ser gravadas. La existencia de exenciones atenta contra otro de los principios legales tributarios, el principio de generalidad.
Es importante conocer lo anterior, para comprender que la decisión que está a punto de tomarse, no es sólo una decisión de carácter recaudatorio, sino que tiene importantes implicaciones sociales, económicas y políticas.
Por sus costas en el Océano Pacífico, su frontera con los Estados Unidos y su colindancia con el Mar de Cortés, el Estado de Baja California tiene una posición geográfica estratégica, lo cual fue factor decisivo para que la empresa norteamericana Sempra Energy decidiera instalarse en el Municipio de Ensenada.
Esa empresa recibe, en su planta Energía Costa Azul, millones de metros cúbicos de gas, mismos que transforma para su utilización industrial y doméstica; y para la producción de energía eléctrica. Sin embargo, para desgracia de los bajacalifornianos y de los mexicanos, Sempra no paga impuestos por el gas que importa; ni por la electricidad que exporta hacia los Estados Unidos. Esto representa importantes omisiones a los principios más elementales del derecho tributario, significa pérdidas millonarias para las arcas públicas y hace de México un país maquilador de energía del país vecino.
No conforme con esto, Sempra cuenta ya con un permiso condicionado otorgado por el gobierno mexicano a través de la SEMARNAT, para instalar un proyecto eólico en la Sierra Juárez, Baja California, en una extensión de 300 mil hectáreas. Este proyecto ha sido rechazado por grupos ecologistas, ya que las corrientes de viento de la zona son aprovechadas por las aves migratorias y la instalación de las gigantescas turbinas, podría causarles una gran mortandad.
El proyecto también ha sido cuestionado por la influyente organización Hermandad de Trabajadores Electricistas de Estados Unidos, argumentando que el estudio de riesgo medioambiental no cubre los requisitos de política ambiental de ese país.
Por todo lo anteriormente expresado No es posible que el pueblo de Baja California siga asumiendo los enormes riesgos que representa la producción de energía y no obtenga nada a cambio.
Por ello, consideramos que en la Ley de Ingresos debe preverse que existan ingresos para el país mediante el gravamen a las importaciones de gas, así como provenientes de las exportaciones de energía eléctrica. Esto como una medida que permita al Estado mexicano que una parte de los recursos que se recauden por estos conceptos, se destinen en beneficio directo de los consumidores de energía eléctrica de Mexicali, cuyos consumos son motivo de altas tarifas; así como a atender los grandes rezagos sociales que tienen todos los municipios de Baja California como por ejemplo, las colonias de Tijuana, Tecate y Rosarito y los existentes en San Quintín, en Ensenada, donde existen comunidades con el 34% de mujeres analfabetas, lo que significa una tasa más alta de analfabetismo que en estados más pobres como Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
Los acuerdos comerciales internacionales prohíben establecer impuestos a los bienes importados que sean superiores a los aplicados a los productos nacionales. En este caso no sucede así. La producción nacional de gas, a cargo de Petróleos Mexicanos se encuentra sujeta a los impuestos correspondientes; en tanto que la importación de gas que reciben las empresas extranjeras como Sempra, está exenta, situación totalmente injusta e inequitativa, sobre todo considerando que entre los derechos a los hidrocarburos, los ingresos propios de Pemex y el impuesto a los rendimientos petroleros, la Secretaría de Hacienda recauda más de un billón de pesos ¿Porqué seguir gravando tanto a Pemex y no exigir el pago a estas empresas extranjeras?
El que no se cobren impuestos o aranceles a la importación de gas natural significa que puede existir complicidad entre las autoridades hacendarias y esas empresas, situación que, por el bien del país, es importante subsanar.
Respetuosamente pido a las y los diputados, particularmente a los de mi Partido, el Partido Revolucionario Institucional, que adopten una postura congruente con nuestra historia y nuestros principios ideológicos, que antepongan el interés de la nación y del Pueblo mexicano, por sobre los intereses externos y los de camarillas que buscan beneficiarse a costa del sacrificio de la sociedad; y en consecuencia, que no se sumen a la exención de impuestos a la importación de gas natural. Asimismo, que valoren el que se cobren impuestos por concepto de exportación de energía eléctrica.
Atentamente
Enrique Acosta Fregoso
Secretario General de la CNOP en Baja California
No hay comentarios:
Publicar un comentario