CICUTA COLUMNA POLÍTICA JAIME FLORES - TIJUANA NOTICIAS

miércoles, 7 de diciembre de 2011

CICUTA COLUMNA POLÍTICA JAIME FLORES


Por Jaime Flores Martínez
Ardores
TIJUANA B.C.-Hasta los detractores de la Policía Municipal de Tijuana observan que la corporación penetro en el ánimo de las autoridades norteamericanas, es decir, los gringos le devolvieron la confianza a la policía de Tijuana.
Muy pocos saben que el Buro de Inmigración y Aduanas (ICE) contactó los últimos días de noviembre con autoridades mexicanas para alertarlos sobre un narco-túnel que conectaba Tijuana con San Diego. Autoridades norteamericanas habían descubierto la salida del pasadizo en la zona de Otay y por ello decidieron informar a sus homólogos mexicanos.
El asunto es que Estado Unidos informó simultáneamente al Ejercito Mexicano y a la Policía de Tijuana, algo que inédito en tiempos recientes. Esa mañana, policías y militares se atropellaron en la búsqueda de la boca del túnel. Ellos sabían el perímetro donde debía encontrarse el agujero, aunque desconocían el sitio exacto.
Cicuta observó un video donde un elemento policiaco festeja haber descubierto en inicio del túnel. Sus compañeros comparten la algarabía. Las sonrisas son compartidas por los uniformados, ante la ausencia de los militares. No obstante, un día después, el comandante de la Segunda Zona Militar, general Gilberto Landeros Briseño, adjudicó a la milicia ese hallazgo.
Quienes observaron el evento se dicen desconcertados por la postura que ofreció el alcalde de Tijuana Carlos Bustamante Anchondo. Muchos ciudadanos observaron que el alcalde dejo atrás sus balbuceos al declarar que "fue una labor de coordinación entre el Ejército y la Policía".
Mientras algunos elogian el sentido de su estrategia, otros tantos opinan que Bustamante perdió la gran oportunidad de pregonar que fue la Policía Municipal la protagonista de este hallazgo e ignoró la posibilidad de presumir que Estados Unidos devolvió la confianza a la Policía local. Bustamante perdió la oportunidad de cacarear su tino al nombrar a Alberto Capella en la Secretaria de Seguridad Pública municipal en lugar del capitán del Ejercito Gustavo Huerta Martínez. Bustamante esquivo la oportunidad de justificar, es decir, legitimar el arribo de Capella.
En otro evento que relaciona a los militares con los policías, los miembros del Ejército Mexicano comisionados en esta plaza ni siquiera se refirieron al arresto de Juan Francisco Sillas Rocha, alias el Sillas, quien fue capturado el 5 de noviembre por policías municipales. Solamente dejaron saber que apoyaron en la custodia del presunto lugarteniente de Fernando Sánchez Arellano, conocido como el Ingeniero.
Alguien se encargó de filtrar que el Sillas confesó a sus captores la existencia de una casa de seguridad en Tijuana donde se almacenaban varias decenas de millones de dólares. La información obtenida por los municipales fue compartida con los altos mandos del ejército con los resultados conocidos.
El general secretario Guillermo Galván Galvan ordenó que un contingente de militares viajaran ex profeso a Tijuana para asegurar los 15 millones de dólares que se encontraban en una residencia ubicada en el fraccionamiento Cumbres de Juárez. Nadie dice que el general Galván prefirió mandar gente de su confianza a realizar ese trabajo. Fue el general Ricardo Trevilla, portavoz de la Sedena, el encargado de divulgar la versión oficial. En este trascendental evento, la milicia concentrada en Baja California fue marginada y –esto-- pudo generar mayor resentimiento contra la Policía de Tijuana.
Aunque los militares podrían desestimarlo, algunos eventos recientes muestran un cambio radical en la imagen que ha tenido la sociedad sobre los policías municipales. A finales del mes pasado, tres elementos policiacos le ayudaron a parir a una mujer que se le reventó la fuente en el patio de una delegación policiaca. Luego de solucionar parcialmente el arribo al mundo del recién nacido, los tres policías sonrientes fueron captados por las cámaras de televisión, un evento que proyecto el lado humano de los policías.
Y no se trata de alabar a los integrantes de una corporación que por años ha estado sumergida en el descredito, sino subrayar que al salir los militares de los mandos policiacos, la imagen social ha cambiado. Quienes fungieron como mandos en la Policía Municipal de Tijuana decidieron refugiarse en una empresa de seguridad de Tijuana especializada en reclutar militares porque la Secretaria de la Defensa Nacional no les ha liberado el armamento solicitado.
El ex director de la Policía Adrian Hernández dio la semana pasada que los empresarios y ejecutivos debían considerar la contratación de guardias de seguridad privados porque no hay en la ciudad suficientes policías municipales. Esta declaración de Hernández se contrapone con la visión que ofrecía durante su estancia en la dirección policiaca. Daria la impresión que anda en la búsqueda de negocio.
La conclusión sería que la impresión es que la desgastada imagen de la Policía Municipal de Tijuana comenzó a resanarse. El retiro de los militares de la corporación apuntan hacia ese lado. La gente comienza a retomar la confianza hacia los uniformados y eso –en aras del equilibrio—debe reconocerse. Vaya, hasta los gringos ya les tienen confianza --y eso-- ya es algo.
Yerro
El único precandidato priista a la presidencia de la república Enrique Peña Nieto, protagonizó la semana pasada un resbalón que ocupó espacios muy importantes en la prensa nacional. A Peña Nieto se le olvidó el nombre de los 3 libros que dejaron huella en su vida. Al ex gobernador del Estado de México lo agarraron en curva en la Feria del Libro en Guadalajara. Casi inmediatamente comenzó a circular un párrafo alusivo al traspié de Pena Nieto. En aquella época mi abuelita me decía que era importante leer. Debes practicar la lectura. Si no lees, darás Pena, nieto.
Comentarios: cicuta45@gmail.com

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