Durante la conferencia magistral “Forjando un mundo sustentable en el siglo XXI”, en el marco del Encuentro Tijuana Innovadora 2012, el emprendedor social estimó que para mediados del presente siglo la población vivirán en el planeta nueve mil 500 millones de personas en la pobreza y en partes donde el mundo está cambiando.
Las precipitaciones pluviales en desiertos, la agricultura y agua limpia serán escasas, y el ser humano como especie tendrá que manejar hambrunas con guerras y enfermedades, “nunca habremos enfrentado una situación de esta magnitud”.
Sin embargo el también nieto del explorador francés Jean Jacques Cousteau manifestó que sin embargo, existen esperanzas a pesar de toda la problemática que se avizora para el futuro: La educación, Wall Street, así como las mujeres y niños del planeta.
Es necesario, dijo, un enfoque en la juventud y en la educación, claves estas dos para lograr un cambio, debido a que este sector poblacional tiene una gran influencia sobre los adultos, “tan sólo el año pasado los jóvenes gastaron 200 mil millones de dólares”.
Dijo que los ambientalistas deberán de reconocer que en las últimas décadas se ha ignorado el poder de quienes pueden impulsar el cambio para un mejor futuro por lo que “facultar a los jóvenes, escucharlos, los días en que pensaban que debían quedarse callados en el rincón, ya se acabaron, sacarlos de la esquina si queremos resolver los problemas que hay en el mundo”.
Ejemplificó que en Baja California Sur, debido a la acción de los jóvenes que convencieron a los pescadores de no pescar y cuidar los arrecifes, Cabo Pulmo es el área marítima mejor administrada del mundo, una zona protegida que se ha convertido en modelo internacional.
La segunda solución, puntualizó, es Wall Street, pues los mercados financieros tienen un gran poder para mejorar el mundo; sólo el .3 por ciento representan 300 mil millones de dólares anuales en donativos; sin embargo, los grandes inversionistas poseen un potencial que se traduce en 300 mil billones de dólares, cuya influencia podría ayudar a solucionar la problemática mundial.
“Abrazar el poder de los mercados financieros y que se den cuenta que nosotros como hombres y mujeres de negocios tenemos que comenzar a pensar en cómo ese sector tiene el suficiente impacto para cambiar el mundo, ya que los donativos filantrópicos no son suficientes”, expuso el también corresponsal de CNN.
El secreto para tener sustentabilidad ambiental, es precisamente la sustentabilidad humana, y el secreto de ésta es invertir en sus mujeres y niños de todo el mundo, aseguró Cousteau, pues el sector femenino es mejor inversionista que los hombres, “el 80 por ciento de ellas invierten su dinero en educación, alimentos y apoyo para sus comunidades y sus hijos”.
Cualquier mujer inversionista, líder, empresaria, es la médula para mantener comunidades estables y saludables en el mundo, lo que las vuelve la clave para construir un mundo sustentable, “si queremos manejar este problema, esa es la solución”, subrayó.
Cada niño que nace en este planeta tiene el derecho de respirar aire fresco, beber agua limpia, caminar en pasto verde bajo un cielo azul, y a menos que abracemos la innovación y nos retemos para pensar en forma distinta, no podremos realizar esta esperanza, concluyó, Philippe Cousteau.
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