Mojado
TIJUANA B.C.-Enterados que la intención de Ramón Luque Félix era “renunciar a la responsabilidad de la SCT en Baja California”, los encargados del Órgano de Control Interno decidieron suspenderlo del cargo.
Apenas el pasado lunes Cicuta adelantó que –este viernes-- el director del Centro SCT presentaría su renuncia para esquivar la ceremonia de entrega-recepción que se acostumbra en el relevo del gobierno federal. El columnista subrayó que Luque Félix esquivaría ese momento ante el cúmulo de irregularidades que invaden su gestión.
En los hechos se advierte que la impunidad que le ofrece su cercanía con el gobernador José Guadalupe Osuna Millán quedará reducida a polvo y que el futuro de este funcionario podría ser un largo periodo de sombra.
Para aquellos que piensan que este escenario solamente existe en la mente de Cicuta, deben saber que el pasado 25 de octubre el propio Órgano Interno de Control de la SCT sancionó a Luque Félix por incurrir en negligencia administrativa (expediente DR 0042/2012).
Además de la "suspensión" a su actividad, el señor Luque Félix fue emplazado a pagar 48 mil 334 pesos con 56 centavos, lo que hace presumir que incurrió en daño patrimonial. Esta información se encuentra en el portal de internet del Sistema de Registro de Servidores Públicos Sancionados de la Secretaria de la Función Pública.
El asunto no es menor pues el Órgano Interno de Control ya puso sus reflectores sobre un funcionario público que practicó la impunidad bajo el cobijo de su compadre el gobernador. El Órgano de Control Interno conoce perfectamente la denuncia penal que está congelada en la PGR por las influencias de Luque con el gobernador Osuna.
Integrantes de la Asociación de Transportistas Independientes notificaron a la SCT los atropellos e ilegalidades de Ramón Luque Félix en el ejercicio de su función. Ante la lentitud en la investigación, los choferes optaron por presentar una denuncia ante la PGR aunque esta nunca prospero.
En este momento, los jerarcas del Órgano Interno de Control tienen que justificar su trabajo, pues corren el riesgo de quedarse desempleados. Si dejan con vida a Luque, seguramente sus relevos les pasaran la factura. En resumen, nubes negras flotan sobre otro compadre incómodo del gobernador. Por lo pronto, la propia SCT lo suspendió antes de permitirle concretar su huida. Don Ramón debe reconocer que ya siente humedad en su entrepierna.
Fiasco
Una gran decepción se llevarán todos los mexicanos, especialmente aquellos que votaron por Enrique Peña Nieto en la elección de julio pasado. Apenas tome las riendas del país, el flamante presidente anunciará el aumento generalizado del IVA al 19 por ciento. Este anuncio aplastará las esperanzas de bienestar concebidas por los mexicanos. Resulta previsible suponer que serán 6 años sumamente difíciles.
La expectativa de mejora en el nivel de vida quedará enterrada. La imagen de Peña Nieto terminará pedazos aunque –seguramente-- poco le importará. Peña Nieto argumentará que el bienestar de México depende de la recaudación y del compromiso de todos. Pondrá su cara de "autentico" para convencer a los incautos que agigantar el IVA es una medida acertada.
El ejercito de lambiscones peñistas justificarán que su guía moral apriete el cogote de los mexicanos pues su intención es cumplir con sus compromisos de campana. Los cerebros financieros del presidente electo estiman que necesitara 800 mil millones de pesos frescos para cumplir con el 80 por ciento de los compromisos contraídos en campaña.
Como Carlos Salinas de Gortari saqueó el país al vender todas las empresas paraestatales, los actuales gobiernos ya no tienen que vender. No hay manera de obtener dinero fresco si no es a través de exprimir al mexicano. Prefieren castigar el consumo ante la incapacidad de aumentar la tasa tributaria. Los consumidores somos todos y por eso el gobierno toma el camino más fácil.
Resulta fácil advertir que Peña Nieto pretende cumplir con sus promesas con el dinero de los propios mexicanos. Más claro; su gobierno destapará un hoyo para tapar otro. El enorme riesgo es que el dinero que aportarán todos los mexicanos podría no llegar a su destino.
La sociedad se indignaría --una vez más-- al conocer que ese dinero se lo robaron. No hay garantía que lo recaudado con el aumento al IVA se aplicará correctamente. Los mexicanos han demostrado que son confiados en extremo, aunque su paciencia está a punto de llegar al límite. El seguro aumento al IVA podría ser la gota que derrame el vaso.
Nunca la sociedad mexicana ha sabido lo que es pagar un IVA del 19 por ciento, es decir, la quinta parte del costo del producto o servicio. El impuesto al valor agregado lo pagan todos. Los burgueses no tendrán problemas para pagarlo, aunque refunfuñan. Los pobres no tienen alternativa: o lo pagan o lo pagan.
Muy pocos observaron que el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) José Ángel Gurria, fue quien prendió la mecha de una bomba que explotara en breve. Gurria sugirió a Peña Nieto que subiera la tasa del IVA al 19 por ciento. Peña Nieto echo por delante a Gurria para sondear reacciones. Que rápido se acabará la euforia de los peñistas. Qué pena peña.
Comentarios; cicuta.info twitter@cicutajaime cicuta45@gmail.com
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