Cochis
TIJUANA B.C.-Enfundada en una llamativa chamarra rosada, Norma Alicia Nápoles Carrillo sacó su ansiedad al encadenarse frente a la oficina del presidente municipal de Tijuana Carlos Bustamante Anchondo. La señora Norma Alicia jaló los reflectores para denunciar que funcionarios corruptos la despojaron de 18 permisos de taxi que pertenecen a igual número de agremiados.
Justificadamente indignada por tan desaseada maniobra, la mujer recuerda el viacrucis que vivió en su frustrado intentó por revalidar sus permisos. Reporteros que observaron el momento en que se encadenaba, escucharon los métodos que utilizaron los hombres del poder para despojarla de sus permisos.
Su sospecha aumento al darse cuenta que le multiplicaban los requisitos para desesperarla, aunque también descubrió que el actual delegado de la línea de Transporte 24 de Febrero, ofertaba con descaro 18 permisos de taxi en montos que oscilaban en los 10 mil dólares americanos.
Con el recato en la retaguardia, don Juan Padilla buscaba compradores, pues la autoridad municipal había recuperado permisos de personas“que no habían revalidado”. Las luces rojas se prendieron frente a Norma Alicia al conocer que Juan Padilla Barillas formó parte de las brigadas que apoyaron al priista Fernando Castro Trenti al ser candidato tricolor a la gubernatura de Baja California. Padilla se movió como peón en el tablero del ex candidato.
La relación que estableció con Castro le permitió a Padilla vincularse con el entonces director de Transporte Carlos Luna Herrera, un oportunista funcionario que pegó el brinco a la campaña de Castro Trenti apenas le tronaron los dedos.
Apenas concluyó la tarea de despojar a Norma Alicia de sus permisos de taxi, Luna Herrera se incrustó en la campaña de Fernando Castro Trenti donde esperaba consolidar su patrimonio familiar.
El caso es que la inestabilidad emocional de Norma Alicia Nápoles debió utilizarla Juan Padilla para animar a los funcionarios que participaron en el despojo. Para información del lector, la señora Norma Alicia padece algún tipo de trastorno neuronal que la ubica en la frontera de la desconfianza. Sus continuos excesos le hacen perder credibilidad.
En sus intermitentes viajes a Cuba, pasa medianos periodos en clínicas especializadas aunque nadie conoce =bien a bien= los alcances de su padecimiento.
Apenas a mediados de año, Norma Alicia fue atacada por un perro justo en la parte frontal del Palacio Municipal, donde su versión fue que el animal viajaba en la caja de una camioneta y de allí brincó para atacarla. Al notar que la mujer se desangraba al interior de la Secretaría de Gobierno, su titular Obed Silva habría pedido una ambulancia para brindarle atención médica. Norma fue llevada a un hospital donde la atendieron.
Por allá en el 2004 esta mujer se presentó en el Congreso del Estado armada con jeringas que utilizó para sacarse sangre. Mientras gritaba que su sangre estaba infectada de SIDA, Norma Alicia lanzaba chorros de hemoglobina a los desconcertados diputados. En otra ocasión esta dama cargó un cerdito hasta el recinto legislativo para comparar al lechón con la entonces legisladora Laura Sánchez.
Respecto a los permisos cancelados y aparentemente revendidos, en la actualidad la ley no permite el acaparamiento de placas de taxi porque se considera patrimonio familiar. Al tener 18 permisos a su nombre Norma Alicia debió repartir esas licencias entre familiares y amigos a quienes arrancó un poder notarial.
En términos sencillos esta mujer consiguió varios “presta nombre” y con ello se abrió la coyuntura para que la autoridad procediera a despojarla. Faltaría saber cómo Padilla repartiría las ganancias con sus cómplices.
Aferrado
A propósito de transporte don Ramón Torres Mosqueda (mandamás en la Unión de Transportistas Independientes Mariano Matamoros) (UNTIMA), se frotó la panza de la risa con lo publicado aquí el pasado lunes.
Don Ramón insiste que el secretario de gobierno de Tijuana Obed Silva Sánchez aceptó un millonario soborno a cambio de autorizarle la ampliación de la ruta, el parque vehicular de UNTIMA y entregarle el permiso para la operación de un centenar de taxis de ruta.
Hace un par de meses, don Ramón compro 30 Urvan (camionetas Nissan) nuevecitas que habilitó en la ruta que va del centro a Villas del Campo.
Sépase que la autoridad municipal sólo tiene autorizados 7,452 permisos para igual número de taxis, cosa que al señor Torres no le importa. Para no alterar la numeración algunos abusivos que acostumbran pasarse de listos, utilizan un mismo número en varias unidades. ¿Al cabo nadie se da cuenta?
Lady
Muy activa anda la delegada de Caminos y Puentes Federales Rosa María Castañeda, en asuntos propios de su función. Esta joven, conocida también como Lady CAPUFE, ha dejado para después el establecimiento de relaciones con funcionarios de los tres niveles de gobierno para cumplir con sus deberes. Rosa María pretende cumplir a cabalidad los compromisos establecidos con el director general de CAPUFE Benito Neme, pues le brindó la oportunidad de ser delegada. Si Rosa quiere quedar bien con su patrón se justifica que desprecie el jet-set y se dedique a trabajar.
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