muertos, padres de familia y personal del Servicio de Oncología
Pediátrica del Hospital General de Tijuana, recordaron a los niños y
niñas que, por la gravedad del padecimiento, fallecieron durante su
batalla contra el cáncer.
El altar estuvo conformado por fotografías de los 38 guerreros que en
vida dejaron
su legado al personal de salud, así como a las familias que los
acompañaron y apoyaron durante su tratamiento.
"Guerreros" se les llama a los menores que reciben tratamiento en el
Servicio de Oncología Pediátrica del Hospital General de Tijuana,
siendo una forma metafórica de sumarse y reconocer su lucha contra el
cáncer.
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