El valor de los ancianos Juan Luis Cisneros

TIJUANA BC.-El valor de las personas de la tercera edad y una adecuada atención de parte de su familia, son aspectos que desafortunadamente se están perdiendo en algunas personas, por ello a nivel mundial el primero de octubre se dedica a estos seres que han dado todo por sus hijos y sus familias, para promover una mejor integración familiar en nuestros tiempos.
“Queremos compartir con ustedes con mucho gusto este momento de poder reconocer a nuestra gente de nuestra Tijuana y de todo el mundo, el poder valorar nuevamente a nuestros ancianos, a nuestras personas de la tercera edad, que sin duda para nosotros son personas muy valiosas que incluso ante un peligro de una sociedad podemos irnos perdiendo de valorarlos realmente como son”, comentó el Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, zona río, Presbítero Juan Luis Cisneros Espinoza.
Destacó que ellos significan el testimonio de vida, personas que luchan a través de una formación de valores cristianos y morales dentro de una familia.
Y son personas que han sufrido, así como han sido alegres al momento de desarrollar una situación donde dan un ejemplo, los cuales son una referencia de identidad de lo que van mostrando a sus descendientes.
Recordó el mensaje del Siervo de Dios, Juan Pablo II, quien en una carta dirigida a los ancianos el 1 de octubre de 1999, donde se refiere a si mismo como un anciano, presenta una autobiografía y la postura que debe de tener, así como todos los cristianos de manifestar ante nuestros compañeros o familiares de la tercera edad.
“Él decía precisamente que el anciano es un santuario, precisamente de memoria. Un santuario digno de poderlo retomar, y que los peligros son desprotegerlos de toda circunstancia. Dice no es posible que nosotros como cristianos podamos hacer eso, porque ellos necesitan el calor necesario y el calor humano que proviene de nosotros”, resaltó el padre Cisneros Espinoza.
Los peligros que mencionó de desprotección hacia las personas de la tercera edad son llevarlos a asilos o casas de convalecencia como en muchos países capitalistas sucede, aunque en Latinoamérica todavía es más común acogerlos en sus casas.
Aclaró que no es malo llevarlos a los asilos de ser necesario, siempre buscando la mejor atención para ellos con una mejor calidad de vida.
“Es esto lo que queremos retomar: valorarlos, reconocerlos, darles el calor humano que ellos necesitan precisamente, y que nos dan un gran ejemplo de vida. Indudablemente son personas que marcan nuestra propia vida y siempre los tendremos como referencia y como una identidad para cada uno de nosotros”, mencionó el vicario.

En la Arquidiócesis de Tijuana algunas congregaciones religiosas atienden varios asilos como son: San Pablo ubicado en el Fraccionamiento Montebello, San Vicente de Paul ubicado en el Fraccionamiento La Sierra y asistido por las Misioneras Marianas; Casa Hogar del Anciano Agnes Lester ubicado en el Ejido Lázaro Cárdenas atendido por las Carmelitas del Sagrado Corazón.

Además la Casa Hogar Don de María en la Postal , asistido por las Misioneras de la Caridad ; Casa Hogar San Juan Diego en la Colonia Chapultepec Alamar también asistido por las Misioneras de la Caridad y la Casa Hogar Juan Pablo II atendido por las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres.

Que Dios los Bendiga.