ANTECEDENTES
TIJUANA B.C.-El 28 de noviembre del 2008, el Patronato 11 de Julio, A.C. y el Gobierno del Estado de Baja California, emiten la convocatoria sobre el concepto arquitectónico del “Zócalo 11 de julio”, “reconociendo que esta iniciativa conducirá a crear una inercia innovadora en el espacio urbano de Tijuana, elevará la calidad de vida de sus habitantes, fortalecerá sus lazos de identidad, estimulará la vida comunitaria, generará nuevos espacios para las familias y para la recreación de niñas y niños, jóvenes y adultos, fomentará el turismo y propiciará la realización de eventos culturales de gran magnitud, además de renovar la imagen urbana de la Zona Río de Tijuana, área vital de nuestra ciudad”.
El proyecto contempla una inversión de $ 1,200 millones de pesos, en donde la parte gubernamental será del 40%, mientras que el 60% restante será inversión privada, tal es el caso de la construcción y usufructo del estacionamiento subterráneo de dicho proyecto.
La presentación final del mismo, se dio a conocer el pasado 7 de abril, en las instalaciones de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y de la Televisión (CIRT) en la ciudad de Tijuana, B.C.
ANÁLISIS
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Mucho se ha dicho sobre la Plaza 11 de Julio y también mucho se ha des escuchado. El Colegio de Arquitectos, por su conocimiento técnico y científico es el organismo idóneo para emitir dictámenes en determinadas situaciones, como la que hoy se presenta, en donde considera que este proyecto, se convierte en tema de discusión y análisis y finalmente de posicionamiento en cuanto a opinión consensuada por parte de los miembros que pertenecen a este honorable organismo.
El siguiente trabajo es de análisis y retroalimentación, que redunda en el ánimo de coadyuvar a la realización de un proyecto de gran calidad, adecuado a las circunstancias de nuestra ciudad y respetando las leyes, reglamentos y demás preceptos legales que fueron creados para regularla.
La Plaza 11 de Julio, tiene deficiencias desde la concepción de las bases de concurso, publicadas el 16 de diciembre del 2008. Es un proyecto que se inicio al contrario de cómo deben de iniciarse los proyectos, realizando un estudio sobre las necesidades y prioridades de la población, en este caso de Tijuana, mismas que desde hace mucho tiempo se encuentran contenidas en nuestro máximo documento rector en cuanto a desarrollo urbano: el Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población de Tijuana (PDUCPT). Posterior a la propuesta del “Zócalo”, éste se integra al susodicho documento, para obtener su validación, situación totalmente fuera de orden y de falta de ética profesional.
Para tomar una decisión sobre un proyecto es necesario que este sea sometido al análisis multidisciplinario de diferentes especialistas, que le aseguren una factibilidad o viabilidad al mismo.
Un proyecto factible, es decir que se puede ejecutar, es el que ha aprobado cuatro evaluaciones básicas:
1. Evaluación Técnica (estudios de impacto vial y urbano)
2. Evaluación Ambiental
3. Evaluación Financiera
4. Evaluación Socio-económica
Todos estos estudios se deben llevar a cabo, con el fin de “demostrar que el destino que se pretende dar a los recursos es el óptimo”.
En esta ocasión gobierno y Patronato 11 de julio, se han unido, para darle la difusión y promoción suficiente en pos de convencer de que se trata de un proyecto que desde tiempo atrás, nos hacía falta, pero sin los estudios que anteriormente se mencionan.
No debemos de perder de vista que el objetivo que rige el presente proyecto es: lograr una plaza de convivencia, tal y como se estableció en las bases del concurso, por tanto dicho proyecto debe de generar interacción y cohesión social; además de ser una plaza amable, con amenidad, calidad del paisaje y con protección al peatón de las inclemencias del tiempo. Con esto descartamos las planchas áridas de concreto, que suelen ser de lo más agresivas para el peatón y que las vimos reflejadas en el proyecto conceptual en cuestión.
El concepto de integración dado en constante repetición en las bases de concurso, a la letra decía:
“El proyecto que se proponga aun cuando su diseño será propio, su forma deberá de integrarse al conjunto de edificios que componen su entorno”, “Considerar que el Zócalo 11 de julio sea el detonador del Plan Parcial de Desarrollo Urbano de la Zona Rio”.
Resumimos estos conceptos textualmente para resaltar la importancia del significado de “integrar” al contexto aledaño, de cómo el nuevo proyecto debe integrarse armónicamente en su contexto, para dialogar con su entorno y viceversa.
Todo elemento que se construye está en relación con otras construcciones y espacios abiertos. Por lo anterior creemos que una condicionante debe ser la ubicación y disposición de los edificios existentes, llámense Biblioteca Pública Benito Juárez, Oficinas de la SEP y el Instituto de Cultura de B.C.
Hablamos de edificios dignos de conservarse, que sin descartar una remodelación o remozamiento que permita mejorar su apariencia; se han convertido a través del tiempo y por su uso, en patrimonio cultural y educativo, que no justifican su demolición o derribo.
SE ADECUAN, SE REMODELAN, SE MEJORAN y de esta manera, se integran a los demás elementos del proyecto. Este debe ser el reto.
Cabe mencionar que en las bases del concurso nunca se menciono en la decisión de demoler edificios existentes y que la Zona Rio es la etapa mejor ordenada urbanísticamente de la ciudad, la más reciente. Por lo tanto tampoco se justifica un plan parcial, mismo que se requiere solo en los casos donde se pretende propiciar un ordenamiento territorial.
Por otra parte, queda establecido en el Reglamento de la Ley de Edificaciones, que actualmente rige la actividad constructiva en nuestra ciudad, en su Capítulo IV referente a Sanciones, en su enciso 6 “Demoliciones”:
Se ordenará la demolición parcial o total de obras e instalaciones.
1. Por no cumplir con las indicaciones o especificaciones técnicas de este Reglamento (el antes mencionado).
2. Por no cumplir con las restricciones establecidas en el plano Regulador y dictadas por la dirección de Planeación y Arquitectura.
3. Por construir sin ajustarse a los planos aprobados.
4. Porque los materiales utilizados no reúnen las normas de calidad.
Cabe destacar y hacer notorio que ninguno de los cuatro ordenamientos responden al planteamiento, circunstancias y caracterización de los edificios desplantados en dicha zona.
Hablar de sustentabilidad, significa abordar el tema con responsabilidad, con conocimiento y formas prácticas de implementarla. Sin embargo esta palabra se transformó para muchos en lo que se conoce como un buzzword: una palabra de moda que se utiliza más para impresionar que para explicar.
“Sustentabilidad es la habilidad de lograr una prosperidad económica sostenida en el tiempo protegiendo al mismo tiempo los sistemas naturales del planeta y proveyendo una alta calidad de vida para las personas.”.
Hemos interpretado, de acuerdo a la conceptualización del proyecto, que este mismo requiere de la tala de árboles que existen en la zona de ubicación del proyecto Plaza 11 de Julio, no sabemos cuántos con exactitud, pero lo que si podemos afirmar es que, en las mismas bases de concurso se establecía:
“Minimizar el impacto negativo a las áreas verdes existentes”
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Vista aérea de la zona de ubicación de la Plaza 11 de julio
Por este concepto por demás acertado e incuestionable sustentablemente; es que rechazamos tal acción que se contrapone a las leyes, a los preceptos y prácticas sustentables que pugnan por conservar un ambiente natural en comunión con el construido.
La Ley de protección al Ambiente de B.C., en su sentido primordial, establece la preservación del equilibrio ecológico y la protección al ambiente del territorio del Estado.
No es el uno, los diez o los miles de árboles en lo que debemos enfocarnos. Es en la acción violatoria a las disposiciones reglamentarias que se traducen en contradicciones, demostrando la incompatibilidad del proyecto con el contenido de la normatividad vigente.
Se anexa resumen de artículos de la presente Ley, donde queda evidente el espíritu de la misma y la incompatibilidad a que se refiere.
La identidad debe ser otra variable inherente al proyecto. Identidad significa considerar los elementos que le han dado significado a nuestra ciudad, que la hacen lucir como única y diferente: lo que celebramos, lo que acostumbramos, lo que construimos, lo que nos identifica, su historia misma.
El proyecto en sí, debe guardar una relación de identidad. Debe sugerirnos en cada uno de sus componentes que es un proyecto de y para Tijuana. Debe albergar espacios que propicien actividades que los tijuanenses acostumbran, que necesitan; sin caer en la concepción de espacios superfluos, extravagantes y sin un uso conveniente. Un programa de necesidades hablando en el sentido arquitectónico debe de responder a las verdaderas necesidades de un usuario. No se vale ni es ético, inventar.
En este apartado nos atrevemos a opinar que hubo una gran contradicción desde las bases mismas del concurso, donde una vez más, prevalece la incongruencia, cuando por un lado se estableció “fomentar, fortalecer los lazos de identidad de los tijuanenses a través de este proyecto” y por el otro, se argumentaba, con el fin de justificarlo, que en Tijuana, no tenemos un zócalo como en el DF, como en Monterrey, como en Guadalajara.
Que muchas ciudades del interior lo tienen, ¿Por qué Tijuana, no?, que en muchas ciudades, este tipo de espacios funcionan y son exitosos, ¿Por qué en Tijuana, no podrían funcionar?. Se nos olvida una vez el concepto de identidad. Que Tijuana no surgió con el patrón y/o esquema de nuestras ciudades coloniales, que Tijuana es diferente desde su origen, que su cultura, sus costumbres, sus prioridades, su gente…….es diferente y por esta razón debe tratarse, de atenderse, de manera DIFERENTE!.
CONCLUSIÓN
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Tijuana es una ciudad con muchas necesidades, en sus diferentes temas y aplicaciones. Decimos que la falta de planeación, que la falta de recursos, que la incompetencia de sus gobiernos y la indolencia de su gente, nos tiene sumidos en un mar de letargo y depreciación. Pero también decimos que Tijuana es grande, que tiene un amplio potencial para convertirse en una de las metrópolis más atrayentes, que sus cualidades pluriculturales nos llevan a un mundo abierto a múltiples posibilidades.
Queremos expresar que no estamos en contra de los magnos proyectos para nuestra ciudad. Lo que queremos dejar asentado y establecido es que este tipo de proyectos deben ser estudiados con sumo cuidado, obedeciendo a análisis previos, en sus diferentes rubros, elaborados con ética y profesionalismo y sobre todo, aplicados a una ciudad como la nuestra, con sus características peculiares, tomando en cuenta su gente y su programa real de necesidades y prioridades previamente elaborado.
Proponemos que se reconsideren los aspectos que estamos mencionando, que se tome en cuenta a la ciudadanía y que se les de el respeto y se escuche a quienes son los que saben del tema.
Primero que nada, Tijuana parece un decirto del tercer mundo en el Medio Orient. Estando localizado a un lado del pais mas civilizado del mundo no pueden aprender las tecnicas del desarrollo urbano. Teniendo tantas playas no pueden educar a los ciudadanos la importancia de la flora y la fauna, por dios! La SEP deberia de impulsar a los ninos la importancia de plantar un arbol y mantenerlo vivo, no plantarlo para que muera de sequedad por eso se les estan callendo los cerros. Durante mi recorrido en el diferentes websites no vi mas que comentarios negativos de turistas Americanos, se los voy a traducir: vendedores limosneros en la revolucion que hostigan tratando de vender a los turistas joyas falsas con mentiras que hasta
ResponderEliminarMe interesa contactar a la persona que hizo escribó el artículo, bastante interesante, pocos lo han hecho con fundamentos en la ley, mi correo es pi9lab@gmail.com
ResponderEliminarespero su respuesta