Por Jaime Flores Martínez
Poquísima
TIJUANA B.C.-Hace un par de días nos referimos al insultante desprecio que entrega el Gobierno Municipal a los familiares de los policías caídos en cumplimiento de su deber y a los esfuerzos que realizan los integrantes de la Asociación Brazos Abiertos en apoyo de los huérfanos y las viudas. Un caso harto crudo lo protagoniza la señora Norma Maribel López y sus pequeños hijos Abril y Marco.
Marco Antonio Zepeda, policía municipal, cabeza de esa familia, fue asesinado por delincuentes que amagaban a dos empleadas en un supermercado del Mariano Matamoros a mediados de noviembre pasado. En un acto heroico, Zepeda enfrento a los delincuentes aunque uno de ellos lo mató.
Los hechos sucedieron la noche de un jueves, aunque las honras fúnebres se realizaron hasta el lunes siguiente porque “el alcalde Ramos no se encontraba en la ciudad”. Dentro de las instalaciones militares el alcalde dijo a la joven señora “que no se preocupara por nada”. Habría apoyo psicológico, económico, sus hijos tendrían becas, la familia gozaría de servicios médicos y hasta les prometió casa.
Sin embargo --si acaso alguien se muestra sorprendido-- el presidente municipal no ha cumplido con lo prometido a 52 familias. Todos ellos están en el abandono: no tienen servicios médicos, ni becas, ni apoyo económico, ni psicológico, ni trabajo… ni un carajo. La rima es gratis.
Aun así, el alcalde Ramos y el secretario Leyzaola, los invitan a que se jueguen la vida por la sociedad de Tijuana y los reta a enfrentarse a los delincuentes aunque expongan su existencia. Mas adelante Cicuta hará referencia al malestar de los uniformados por las exigencias emitidas por los responsables de Secretaria de Seguridad Publica y los incumplimientos de estos. Nos referimos a policías comprometidos y honestos que están más que inconformes, es decir, aquellos que no pueden ser descalificados.
Resaca
Después de levantarle la mano al candidato panista Carlos Torres Torres, un trastorno emocional invadió al regidor priista Carlos Guzmán Bayardo. El edil tricolor cayo seducido por las ofertas panistas, aunque horas después pudo darse cuenta de su gravísimo error.
La historia se escribió el pasado lunes en la oficina del regidor tricolor Carlos Guzmán Bayardo. Hasta ese lugar acudió el aspirante panista Carlos Torres Torres, quien realizo un recorrido “de reconocimiento” por las oficinas del Gobierno Municipal de Tijuana.
El acuerdo había sido que Carlos Torres visitara a Guzman, regidor opositor, para que los representantes de los medios de comunicación testificaran que el priista “ofrecía todo su apoyo” al candidato panista.
Guzmán Bayardo confió a sus cercanos que el ofrecimiento había sido que el gobierno panista le pagaría el sueldo el resto del año, además de los recursos necesarios para realizar su gestión social. La promesa de los panistas era entregarle “ese dinerito”, aun si dejaba de despachar como regidor.
En mal momento Guzmán Bayardo se dejo encandilar por los blanquiazules, pues al día siguiente su rostro mostraba los efectos de la resaca emocional derivada del eventual incumplimiento del gobierno panista. Guzmán es priista “de toda la vida”, aunque seguramente flaqueó debido a su necesidad económica.
Algunos aseguran que detrás de ese desliz se encuentra la señora Marta Montejano, una dama que abandono sus principios priistas a finales de la administración de Jorge Hank. En una actitud que alguien se atrevería a calificar de “chaquetera”, la señora Montejano ofreció públicamente su apoyo al panista Jorge Ramos Hernández y –como premio-- este último la designó asesora de la Secretaria General de Gobierno, donde ahora despacha Enrique Méndez Juárez.
Guzmán Bayardo atraviesa aun por una cruda moral que solo podría curarse con el envio de recursos y ¿Por qué no? Una chambita en el próximo gobierno.
“Offside”
La tarde del 17 de abril, la vida le cambio a la profesora Azalea Adelina Santa Cruz Garcia, mientras realizaba algunas compras en un conocido supermercado ubicado en la Zona del Rio en Tijuana. Como ya es una costumbre, algunas empleadas “demostradoras” de alimentos ofrecen a los clientes algunos bocadillos de los productos que venden. Esta claro que esa estrategia ha funcionado a los distribuidores, pues los consumidores adquieren esos alimentos –en muchos casos-- por un simple reflejo.
El caso es que la maestra Azalea, de 53 años, se resbaló con un trozo de papa embadurnada de mantequilla. La caída le provocó daños severos en una de sus rodillas, de tal forma que no fue capaz de dar paso.
Ya en las oficinas del famoso supermercado transnacional, el gerente Misael Castro se ofreció a cubrir los gastos médicos y consiguió una silla de ruedas para que la maestra se trasladara a su domicilio.
La maestra Santa CruzGarcia, asegura que –desde esa fecha—su vida dio un giro de 180 grados, pues la visita médica se ha convertido en parte de su vida diaria. Ella dejo de trabajar, pues se desplaza con mucha dificultad y las infiltraciones que le han practicado no han resultado efectivas.
En una carta enviada por la maestra al corporativo dedicado a la venta de productos de medio mayoreo, la maestra denuncia el maltrato que recibió del otro gerente identificado solo como “Marco”. Al final de la misiva la maestra Azalea exige una indemnización de 3.5 millones de pesos para enfrentar las consecuencias de un accidente ocurrido en el interior de un establecimiento que antes en español se llamó “Club de Precio”. En Estados Unidos, otra fuera la historia.
Comentarios: cicuta45@gmail.com
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