Por Jaime Flores Martínez
Escrutinio
TIJUANA B.C.-Con el arranque de las auditorias del Órgano de Fiscalización del Estado al gobierno de Tijuana, el alcalde de la ciudad Carlos Bustamante Anchondo está obligado a poner “sus barbas a remojar”.
Y es que el pasado martes la Comisión de Fiscalización y Gasto Publico que encabeza el diputado Juan Vargas Rodríguez, solicito al Órgano de Fiscalización del Estado (Orfis) auditar de inmediato las cuentas públicas correspondientes al primer trimestre de este año a los gobiernos de Tecate y Tijuana.
La lógica señala que auditar Tecate sería un distractor en el interés de vigilar el manejo de las finanzas que realiza el gobierno de Bustamante.
Todos los diputados saben que Bustamante actúa por impulso y que su “formación empresarial” intenta combinarla con el servicio público. En palabras llanas, al señor Bustamante se le hace fácil echar mano de los dineros que tiene enfrente, sin reparar en que existen prioridades.
Uno de los legisladores confió a Cicuta que ya descubrieron que Bustamante utiliza a uno de sus familiares para hacer negocio con la renta de anuncios espectaculares, mientras intenta aplastar a un empresario del ramo que opto por recurrir al amparo de la justicia federal. Aparentemente, el señor Bustamante quiere quedarse con un enorme trozo de pastel.
El mismo diputado confía que --día con día-- engorda un expediente sobre el supuesto negocio que Bustamante pretende hacer al sustituir cientos de miles de lámparas que componen el alumbrado público de Tijuana. Los diputados tienen fundadas sospechas que la intención del alcalde es sacar “raja” económica.
En su carácter de presidente de la Comisión de Fiscalización y Gasto Publico, el diputado Juan Vargas aseguro que al solicitar el inicio de las auditorias, se pretende vigilar más de cerca el manejo de los dineros públicos, además de prevenir y -en su caso- corregir errores en la aplicación de los recursos. El sentido común deja saber que los diputados vigilaran con lupa el movimiento de la mano de Bustamante.
A esta intención debe sumársele un ingrediente interesantísimo: Habrá que revelar que la persona encargada de las auditorias (que iniciara el Orfis) es nada menos que el contador Héctor Mares Cossío, quien recién fue nombrado Director de Auditoria del Órgano de Fiscalización para los Ayuntamientos.
Después del triunfo de Bustamante en las urnas --el pasado 3 de julio--, algún personaje de nivel le sugirió al alcalde electo considerar a Mares Cossío como próximo Secretario de Desarrollo Económico. Testigos de esta petición aseguran que Bustamante hizo un gesto de fastidio, se puso de pie y abandono la precipitada reunión. Poquísimo les duro la intención de enquistar a Mares en el gabinete. Sus gestores le reseñaron la sonrisa sarcástica que regalo el alcalde. También subrayaron la manera poco diplomática que utilizo el hoy alcalde.
¿Quién diría que medio ano después Mares Cossío sería el encargado de revisar los cajones a un personaje que lo desprecio?
Y no se trata de sugerir el eventual revanchismo de Mares hacia un personaje que lo desestimo a priori. La intención de reseñarlo es poner en perspectiva el tablero de la política donde una pieza que se desecha puede hacer falta, o de plano esa pieza se convierte en detractora. Si ves la barba de tu vecino cortar…
Alegatos
Evidentemente irritado por los señalamientos aquí publicados, el licenciado Diego Flavio Sandoval, presidente de la Asociación de Maquiladoras de Mexicali mando el martes una sarta de justificaciones disfrazada de “carta aclaratoria”. A don Flavio no le pareció que se le ubicara como “envidioso” porque se dedica a golpetear a la empresa que tiene la concesión del relleno sanitario. Don Flavio gozo de esa licencia por más de una década y --al perderla-- parece que la envidia lo corroe. Cicuta señala que “parece”.
Don Flavio reconoce que es accionista de una empresa dedicada a la recepción y disposición de residuos industriales desde 1998, pero aclara que “nunca ha fastidiado a sus detractores”. Valiente en extremo, señala “con pruebas documentales y contundentes a todos y cada uno de las personas que estuvieron involucrados en la venta de la concesión del relleno sanitario municipal de Mexicali, presentando todas y cada una de las ilegalidades en que incurrió la autoridad para asignarle a una empresa regiomontana que a base de prebendas y sobornos se ha dedicado a corromper todas y cada una de las autoridades municipales”. En otras palabras, si los ha fastidiado, pero con elegancia.
Y añade: “Por supuesto que todos los empresarios cuidamos nuestro intereses de negocio, creo que ese es un principio de negocios, pero más que eso, yo como licenciado en derecho y empresario siempre me he conducido con verdad, con la legalidad y nunca pisotear el derecho y la libre competencia comercial, pero claro, que defenderé los ideales que me inculcaron desde el seno de mi familia”. Don Flavio dice que pegará pero no lastimará. No pero sí.
Por lo demás, alguien debe señalar que en la Secretaria del Medio Ambiente del Gobierno de Baja California existe una denuncia ambiental contra ADSA, una de las empresas donde don Flavio es socio. La denuncia fue interpuesta por México, Comunicación y Ambiente el 14 de abril. Por cierto, sobre este tema, la autoridad ha guardado silencio. Don Flavio debe saber que Cicuta cree en la libertad de expresión y la ejerce. Sin embargo lamenta informarle que es imposible publicarle integra su larguísima carta. La publicidad cuesta. Hay quien la quiere gratis. Además, hay quien se revuelve en su maraña y confunde la justificación con una aclaración. A veces es mejor no responder.
Comentarios: cicuta45@gmail.com
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