PRIMERA PARTE
Serie El Uso y Abuso de los Recursos Públicos
Ma. Amparo Casar Pérez
Introducción
MÉXICO D.F.-En México, a pesar de los profundos cambios políticos de las últimas décadas, no
han habido transformaciones significativas en la forma en la que se concibe y ejerce
el gasto público. Mucho más frecuentemente de lo que quisiéramos, los recursos
públicos son utilizados discrecional e irresponsablemente para generar redes
clientelares, hacer favores a los parientes y amigos o para eludir decisiones
políticamente complicadas. En todas las áreas del sector público y en todos los
niveles de gobierno se observan gastos injustificados y excesos inexplicables. Esto
cuando la información nos permite saber en qué se está gastando. La opacidad o la
transparencia simulada a veces impiden realizar un análisis riguroso respecto a
dónde se están destinando todos los recursos públicos, sobre todo en las entidades
federativas.
En el pasado reciente, los organismos públicos no tenían siquiera la obligación de
publicar información sobre su presupuesto, sueldos o contratación de funcionarios.
De ahí venimos. Por ello, resulta clave romper las inercias de nuestro legado
histórico e impulsar nuevas concepciones colectivas de lo que significan la
asignación y el ejercicio del gasto público. Necesitamos pasar de una realidad
política, en donde el dinero público se maneja como si perteneciera a quien ejerce el
gasto, a una en donde se conciba que ese dinero pertenece a los ciudadanos
quienes saben cómo se gasta y se le rinden cuentas sobre la eficacia en el uso de
estos recursos. Es decir, tenemos que construir un nuevo equilibrio en el que cada
peso público gastado tenga una justificación en términos de los bienes que el
Estado debe generar a favor de la ciudadanía y donde hacerlo de la forma más
eficaz y austera posible es indispensable.
Gracias al generoso apoyo de la Fundación Hewlett, desde el Centro de
Investigación y Docencia Económicas (CIDE), buscamos contribuir a impulsar este
nuevo equilibrio en torno a la asignación y ejercicio del gasto público. Para ello, los
directores de este proyecto hemos elegido algunas instituciones, organismos,
partidas concretas o políticas públicas específicas que tienen un elemento en
común: son mucho más costosas que sus equivalentes en términos internacionales.
Para entender por qué es así hemos invitado a un experto en cada una de las
instituciones o políticas elegidas a elaborar un documento riguroso pero en lenguaje
menos académico que analice el problema que nos ocupa. Tres de las
características distintivas de todos estos textos son: a) el enfoque comparativo ―ya
sea con otros países o entre entidades federativas―; b) la evolución en el tiempo
del comportamiento del gasto, y c) la identificación de problemas concretos que
ejemplifican el tipo de abusos o excesos en el ejercicio del presupuesto, propios de
un sistema político que no tenía que rendir cuentas a la ciudadanía.
La duración del proyecto es de dos años. El abanico de instituciones y políticas que
quisiéramos abarcar es muy amplio. Sin embargo, las restricciones en tiempo,
información disponible y dinero nos obligan a ser selectivos. En la primera etapa de
este proyecto, que se entregó en el cuarto trimestre del 2010, centramos nuestros
esfuerzos en analizar algunas instituciones clave para el desarrollo democrático del
país como son CNDH, SCJN, IFE, procuradurías locales y municipios.
Adicionalmente se elaboró un texto sobre la renta petrolera y como ésta ha hecho
posible los excesos en el ejercicio del gasto público.
Actualmente nos encontramos en la segunda fase del proyecto. En esta etapa,
hemos abierto el espectro hacia otros sectores económicos e instancias del
gobierno federal, enfatizando que el análisis debe abarcar los distintos niveles de
gobierno. Nos enfocaremos a estudiar el uso y abuso de recursos públicos en el
Poder Judicial, la Cámara de Diputados, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, la Policía Federal, la oficina de la Presidencia de la República, entre
otros. En el afán de abarcar otros sectores, también se llevarán a cabo estudios
sobre el impacto del uso de recursos a través de subsidios ecológicos y los
subsidios energéticos, entre otros temas.
Los hallazgos de esta segunda etapa del proyecto corroboran la hipótesis original: el
ejercicio del gasto público en México es ineficiente y a veces irracional. Con todo,
esperamos que este proyecto contribuya a impulsar un nuevo equilibrio y una mejor
comprensión de lo que significa el ejercicio del gasto público y la rendición de
cuentas en un sistema democrático, y que el Ejecutivo federal y la Cámara de
Diputados comiencen a corregir algunos de estos excesos cuando discuten el
presupuesto de egresos cada año.
Ana Laura Magaloni Kerpel Carlos Elizondo Mayer-Serra
¿Cómo y cuánto gasta la Cámara de Diputados?
Más de 9,500 mil millones de pesos se destinaron en 2010 al Poder Legislativo. De ellos, 4,754
millones de pesos fueron para la Cámara de Diputados, 3,570 para la de Senadores y 1,227 para
la Auditoría Superior de la Federación. Por su parte los estados gastaron otros 9,500 millones de
pesos en sus respectivas legislaturas locales.
¿Son muchos o pocos los recursos destinados al Poder Legislativo? Es difícil saberlo. Depende
de las variables y puntos de contraste que se elijan. Una vía es comparar el presupuesto que se
asigna al Poder Legislativo mexicano con el de otras naciones. Otra es cotejarlo con los recursos
que se destinan al resto de las ramas de gobierno y a los órganos autónomos o, incluso, a
algunos programas de gobierno. Finalmente, puede evaluarse el uso del presupuesto legislativo
en relación a los productos/servicios entregados por los legisladores de acuerdo a las funciones
que la Constitución les asigna y a las metas que ellos mismos se han trazado.
En función de la disponibilidad de información, en esta investigación se explora cada una estas
vías presentando un panorama general para el Poder Legislativo en su conjunto y el análisis más
detallado de los recursos que el Presupuesto de Egresos de la Federación destina a la Cámara
de Diputados.
La investigación sobre ¿Cuánto y Cómo Gasta la Cámara de Diputados? se divide en cuatro
secciones. En la primera se dimensiona el gasto del Poder Legislativo respecto al gasto total, se
presenta su evolución y se ofrecen algunas comparaciones tanto en relación al Poder Ejecutivo y
Judicial como a otros órganos de Estado y a algunos programas públicos.
En la segunda sección se ubica el gasto del Poder Legislativo en el contexto internacional,
comparándolo con el gasto que otras naciones asignan a sus propios congresos y legisladores.
En la tercera se disecciona el gasto de la Cámara de Diputados partiendo de la división
ocupacional entre los legisladores y el aparato burocrático que la sostiene.
En la cuarta se presentan los cálculos que asocian los “productos legislativos” con el
presupuesto asignado a la Cámara de Diputados.
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