Durante su conferencia magistral “Economía Creativa, una vocación nueva para Baja California”, en el Segundo Encuentro de Tijuana Innovadora 2012 (EnTi), ejemplificó que un músico con relación al resto de la orquesta, un empresario o líder y todo lo que ellos comparten, es algo intrínsecamente humano y que nos separa de las demás especies.
Para nuestros tiempos, especialmente ahora, a medida que se han presentado problemas “Podemos enfocarnos realmente en lo que constituye el cambio en la economía, y que es la creatividad que compartimos todos”, manifestó.
En el marco del evento, dijo que en el pasado alrededor del 80 por ciento trabajaba alrededor de una economía agrícola, otro porcentaje se dedicaba a las labores de manufactura y sólo alrededor del 10 por ciento llevaba a cabo trabajos científicos, tecnológicos o artísticos en Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, últimamente “Se ha visto un tsunami económico”, 20 millones de personas en el mundo se sumergieron en labores basadas en el conocimiento y en la economía; más de 40 por ciento de la fuerza de trabajo son miembros de la clase creativa, y en México, uno de cada cinco trabajadores.
La creatividad, anotó, no conoce razas, géneros, orientación y ni distingue a personas, sino que ésta surge del ambiente, “Ahí se pueden unir todas las razas, y eso lo aprendí en las factorías, ahí vi la creatividad”.
Este concepto, explicó, es reconocer que tenemos dentro de nosotros una clase creativa, y eso constituye la parte más común del capital humano, por eso debe de ser alentada; incluso, las compañías ya no son las grandes impulsoras de la economía, “Sólo hay una fuente de valor, que somos nosotros”.
En México, el 20 por ciento de las fuerzas son creativas, y la clave para el crecimiento económico en el futuro, no sólo es la capacidad para la instauración de aceleradoras dentro de las plantas productivas, sino las propias personas, “Cada ser humano es creativo y la creatividad necesita sociedad”.
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