Por Jaime Flores Martínez
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TIJUANA B.C.-Pertrechado en una supuesta relación fraternal con el presidente de México Enrique Pena Nieto, al delegado del ISSSTE en Bajá California Guillermo Peñuñuri Yepiz no le importa tener a esta institución literalmente de cabeza. A don Guillermo le vienen guangas las 8 denuncias presentadas por despido injustificado; la advertencia lanzada por la COFEPRIS por un cúmulo de irregularidades encontradas en el Hospital Fray Junípero Serra de Tijuana; y el repudio del Sindicato Magisterial por el maltrato que le regala a los profesores derechohabientes, el delegado trata a los maestros con la punta del pie.
Contrariamente don Guillermo goza con presumir y ofrecerle trabajo a sus cuates, aunque conozcan un carajo la estructura del ISSSTE. Tan dedicado está por rodearse de sus amigotes que ni siquiera se da cuenta que en Tijuana el director del Hospital Fray Juniper Serra, doctor Juan Ricardo Flores Soto hace lo que le da la gana y hasta escupe insultos. Flores Soto acostumbra lambisconear a los dirigentes sindicales, situación que le permite insultar, humillar y agredir empleados que se niegan a servirle de tapete.
El doctor Flores Soto, es un tipo cobarde que no se atreve a enfrentar directamente a sus detractores y sin empacho recurre al ataque sistemático de los familiares de periodistas que lo critican. Cicuta acusa directamente a Flores Soto de una campaña de agravios contra su vástago, un joven que prefirió solicitar una licencia sin goce de sueldo para esquivar las majaderías de un profesionista que parece haber nacido debajo de los lavaderos
Tan limitada es la perspectiva de Flores Soto que ni siquiera visualiza el tamaño de su agravio. ¿Cómo se atreve a agredir al hijo del columnista por el hecho de criticarlo? ¡Eso es de cobardes!
A este médico no le importa lamerle las suelas a los dirigentes sindicales para poder descargar su furia contra empleados que tienen un papá periodista. Flores Soto se siente respaldado por el dirigente de la FSTSE Enrique Parra Romero, quien por cierto cacarea que trae “de las orejas’ a su dirigente nacional Joel Ayala. Parra se siente hecho a mano porque el alcalde le palmea la espalda.
Cicuta insiste en ubicarlo como un cobarde porque solo así puede creer que alguien busque venganza fastidiándole la vida al hijo de su critico. Éso sí el susodicho convenció a los sindicalizados para pedirle al delegado mantenerlo en la dirección del hospital por “su eficiencia y sensibilidad”. ¡Hágame el favor! . Los sindicalizados hablaron tantas maravillas de Flores Soto que acabaron por convencer a Peñuñuri.
Flores Soto es tan irresponsable y tan holgazán que le vale verdura las advertencias que recientemente planteó la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), una dependencia que comparó al Hospital Fray Junípero Serra con un depósito de basura. Muchos derechohabientes afirman que ese sitio es un auténtico cochinero, donde por cierto Flores Soto se siente como pez en el agua.
Y aunque las advertencias de Cofepris son del conocimiento de Peñuñuri, pareciera que el flamante delegado está más preocupado por conversar con sus cuates para convencerlos de su cercana relación con el presidente de México Enrique Peña Nieto.
Seguramente les platica que fue compañero de cuarto de Enrique Peña Nieto en sus años de estudiantes y por eso dice que puede hacer lo que se te venga en gana. Don Guillermo advierte que será intocable el resto del sexenio. Que peligroso.
El delegado esquiva el tema relativo a las denuncias laborales que han sido presentadas durante las últimas semanas por funcionarios de esa institución. Todos ellos se encuentran inconformes por la forma en que fueron despedidos. Son al menos ocho denuncias por despido injustificado y la mitad de ellas son demandas colectivas.
Al menos una de ellas incluye el nombre de el anterior subdelegado médico Ricardo Fernández Ruiz del Castillo, así como del ex subdelegado de prestaciones Adán Álvarez y Gilberto López, quien despachaba como subdelegado administrativo.
Guillermo Peñuñuri minimiza que los demandantes tengan amplias posibilidades de salir avante en sus denuncias, por una razón lógica pero absurda; el dinero que demandan será liquidado por el Issste y no saldrá de su bolsillo. Los sueldos caídos y las liquidaciones generaran un boquete financiero que no le importa.
Ah otra cosa. Peñuñuri espera paciente la oportunidad de ubicar a su suegro como director del Hospital de Tijuana, donde trabaja como medico desde hace muchos años. También allí labora la ex esposa de Peñuñuri, una oftalmóloga que no tiene empacho en revelar los defectos de su ex. Ella argumenta que Peñuñuri es un hombre que antepone los intereses personales a las necesidades de la comunidad.
Su resentimiento raya en el exceso al pregonar el sobre-nombre de su ex marido. Por cuestiones de ética Cicuta pasará por alto este detalle. Quizá la reacción sea porque la separación de ambos no se realizó en los mejores términos o simplemente porque se trata de una mujer que conoce a la perfección el comportamiento de quien --se dice-- amiguismo de Enrique Peña Nieto
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