Por Homobono Briceño
Dejamos San Luis y antes de partir a Tijuana desde el Estadio Mena Montijo visitamos la Catedral de la Inmaculada Concepción, que al igual que la Puerta de Alcalá, ahí está, viendo pasar el tiempo frente a la Plaza Juarez, desde que fue fundada en 1938. Le pedimos a la Inmaculada que ilumine a los pitchers de los Toros a que encuentren la magia de la efectividad, ya que en esta serie contra los Algodoneros no han podido dominar a los chocadores de bola que trae el conjunto de Alonso Téllez. Lo que les tiren, como sea le pegan a la pelota, en otras palabras, andan desatados los Algodoneros, que nuevamente le ganan la serie a los Toros, para confirmar que la primera vez no fue obra de la casualidad ni del llamado chiripazo. Anoche Paquin Estrada le dio trabajo al bullpen y estos le batallaron bastante, porque todos recibieron su ración de batazos.
Hoy esperamos que el zurdo Oscar Rivera venga por ahí y saque el juego de la honrilla para evitar la barrida y de paso regresar al ‘’Gasmart’’ con buena ventaja en la punta del standing de la LNM.
Dentro de lo malo, una buena noticia, el hermosillense Marco Rivas reaparecerá antes de lo pronosticado en el montículo, dado que sus molestias en la mano de lanzar han bajado considerablemente y se muestra optimista de que en cualquier momento podrá hacer bullpen, igual Román Rivas, serpentinero tijuanense que estuvo en el hule por una lesión en la pierna, de hecho, el ya nomás espera que sea activado, pues se declara listo para pitchear.
Moisés Esquivel, el jardinero de Tijuana ha jugado poco, pero las veces que es requerido, ha respondido y anoche tomo el lugar de Robert Vásquez, y Moi pego dos perras líneas en los dos turnos que tomo, también Marcos Mosqueira respondió de emergente por Francisco Burgos. Christian García es un jardinero central local, al que apodan ‘’El Cuate’’ y me dicen que ya jugo dos temporadas con los Tiburones de Peñasco y al que hemos visto muy activo con la majagua, no así a Randall Simon que ha sido maniatado en la serie. Por cierto, en el puerto sonorense está dirigiendo y jugando el Venado García. En Nogales lo hace el zorro plateado Gregorio Luque, en Cananea está el Kalimán Robles y el Agujita Sánchez, en Caborca repitieron a Carlos Esqueda por el convenio que sostienen con los Saraperos de Saltillo, y en Agua Prieta, los Vaqueros le dieron las riendas al extranjero De Paula en la LNS que acaba de arrancar. De los Rieleros de Empalme no tenemos noticias desde que desapareció el tren bala.
Volviendo con los Algodoneros, estoy seguro que la afición de Tijuana acudirá en gran número al ‘’Gasmart’’ para comprobar si es verdad tanta belleza de que este equipo haya descarrilado a la máquina del Paquin Estrada. Nosotros les podemos decir con la experiencia que nos han dado los anos que estos Algodoneros tienen la suficiente calidad para ganarle a cualquiera y ser el caballo negro de la temporada. Su pitcheo abridor es de lo mejor de la LNM, asimismo, cuentan con varios peloteros dentro de los mejores 10 bateadores de la liga, no son de poder, pero sí de mucho contacto con la bola, como el zurdito Carlos Mario Romero que pega hits al estilo de Tony Gwynn, todos a la banda contraria y por el mismo caminito, arriba de tercera. Los de poder son Simon y Anthony Alfonso. Ya Alejandro Ríos y el nica Douglas Arguello, los tienen muy bien estudiados para tomar el desquite con el apoyo de la afición. El dominicano Erick Abreu fue desactivado. El toro está herido, dolido y hoy el venezolano Carlos Rojas va a estar sentado en un polvorín con los Toros buscando embestir fuerte.
Después de jugar contra los Toros en Tijuana, los Algodoneros de San Luis regresaran a casa para recibir a los Marineros de Ensenada, en una serie en que ambas escuadras se harán garras y es tan importante el resultado para los Toros que, primero irán a Tecate para vérselas contra los Cerveceros y luego vendrá la serie en la casa ante los Marineros de Ensenada. O sea, el rol tal parece que (en teoría) favorece al equipo tijuanense, pero ya ven, en esto del beisbol no hay lógica, hay que meterle el extra en el terreno para que caigan las victorias. No hay otra fórmula, ni genio ni lámpara que haga magia, hay que ganar haciendo lo que se hace todos los días, es decir, jugando con alegría, manteniendo el equilibrio pitcheo, defensa y bateo oportuno, porque ahorita, como que el toro se ha amorcillado.
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