“Es una gracia de Dios (asistir a su beatificación) porque él me llamó al Episcopado, él me hace Obispo y tuve la oportunidad de saludarlo en distintas ocasiones, entonces es una experiencia de saber que lo miré, que dialogué, que lo miré a los ojos, a quien ahora está ya reconocido en el cielo”, comentó el Arzobispo.
Y añadió: “Y viendo como el mundo católico mexicano se volcó con él saliendo millones a la calle a verlo, él vio que su pontificado tenía que ser misionero. Y por eso él mismo dijo que la visita a México dejó señalado su estilo de vida de Sumo Pontífice, y por lo mismo fue capaz de decir ´México siempre fiel´, ´Juan Pablo II tú eres mexicano´, ´Me voy de aquí pero no me voy, me quedo´. Definitivamente su pontificado en México le puso color a su pontificado”, destacó Monseñor Romo Muñoz.
Por su parte el Coordinador Diocesano de la Pastoral Litúrgica , Presbítero Alejandro Michaus Chico, comentó que de acuerdo al Decreto de la Congregación para las Causas de los Santos la proclamación por la Iglesia de un santo o de un beato es fruto de la unión de varios aspectos relativos a una persona concreta. Y enumera tres aspectos importantes:
1.- Es un acto que dice algo importante en la vida de la misma Iglesia.
2.- La conciencia de que la elevación a los altares será un importante signo de la hondura de la fe.
3.- La santidad de vida.
Mencionó también que el Papa Juan Pablo II fue un actor importante en la Constitución del Concilio Vaticano II, en especial del Documento Gadium Et Spes, y en que el cristianismo es capaz de dar un alma al desarrollo de la modernidad y a la realidad del mundo social y cultural. Y este pensamiento lo plasmó en su primera Encíclica Redemptor Hominis en 1979. Así como en la realización de varios jubileos del cambio de un milenio a otro.
“Otra cosa también importante es que él se dejó guiar por las manos de María, por eso su lema Totus tus (todo tuyo o todo a través de ti) para llegar a nuestro Señor Jesucristo. ¿Cómo podremos recordar al Papa Juan Pablo II? Como el Papa que nos da y nos mostró cómo la Divina Misericordia actúa en la vida del hombre, fue realmente un Papa extraordinario”, resaltó el padre Michaus.
Explicó el padre Michaus que la beatificación del Papa Juan Pablo II se realizará en tres etapas:
1.- Una vigilia de oración en el Circo Romano.
2.- La celebración propia de la beatificación.
3.- Una celebración eucarística de acción de gracias.
Detalló además los cinco ritos para la beatificación del Siervo de Dios Juan Pablo II durante la celebración eucarística:
1.- Antes del gloria se hace la solicitud de beatificación.
2.- La biografía del Papa Juan Pablo II.
3.- La formula canónica y litúrgica donde se proclama beato.
4.- La presentación de las reliquias del Papa Juan Pablo II.
5.- El agradecimiento.
Destacó el padre Michaus que el día que se va a recordar al Papa Juan Pablo II en las acciones litúrgicas será el 22 de octubre, día en que asumió su Pontificado. Ordinariamente los santos son recordados el día que fallecen, ya que es su nacimiento ante la presencia de Dios, pero como en el caso del Papa Juan Pablo II su fecha de fallecimiento coincidiría en el tiempo de la Cuaresma o la Pascua , decidieron pasarlo al 22 de octubre.
“Me da mucho gusto que el Papa Benedicto XVI beatifique al Papa Juan Pablo II, por algo muy entrañable de un servidor. Gracias a la primera visita del Papa Juan Pablo II soy sacerdote, porque viéndolo por la televisión dije: ´yo quiero ser como él´, obviamente no Papa, sino sacerdote”, compartió el coordinador diocesano.
Que Dios los Bendiga.
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